La Página
Morelia; Michoacán.-La diputada local de Morena por el distrito 14 de Uruapan norte, Mayela Salas Sáenz, presentó este miércoles ante el Pleno del Palacio Legislativo del Congreso local, una nueva iniciativa con Proyecto de Decreto que Contiene la Ley de Control del Ruido en el Estado de Michoacán, cuyo contenido está constituido por 74 artículos.
Esto de conformidad con los artículos 36 fracción II, 37 y 44 fracción I de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Michoacán de Ocampo; y 8° fracción II, 64 fracción I, 228 fracción IV, 234 y 235 de la Ley Orgánica y de Procedimientos del Congreso del Estado de Michoacán de Ocampo.
En ese sentido la legisladora destacó que los seres humanos son expuestos a ondas sonoras de forma cotidiana que repercuten de manera directa en su salud, situación que la motivó a emprender acciones que respondan a dicha problemática.
Aseguró que algunas de las ondas sonoras que inciden sobre los oídos contienen información deseada o útil; mientras que otras más, dijo, son parte de un entorno natural y están integradas a la percepción del ambiente, que muchas veces ni siquiera se notan. Sin embargo, remarcó que existe otro tipo de ondas sonoras que no son bien acogidas, sonidos no deseados reconocidos como “ruido”.
Detalló que el ruido puede provocar efectos de muy variada índole, que van desde simples molestias, hasta problemas clínicos no reversibles o alteraciones psíquicas severas, entre las que destaca la pérdida de la audición.
De igual forma dijo que Michoacán se ha caracterizado por la ausencia de regulación en la materia, no obstante, en otras ciudades del mundo desde hace décadas se ha legislado al respecto, considerando los efectos fisiológicos y psicológicos sobre las personas.
A su vez, la legisladora local expresó que la Unión Europea ha adoptado medidas normativas como el Libro Verde de la Comisión Europea sobre Política Futura de Lucha contra el Ruido, en el que se reconoció que con anterioridad la escasa prioridad dada al ruido, se debió en parte de que es fundamentalmente un problema local, que adopta formas muy variadas en diferentes partes del mundo.
Por último, aseguró que el ruido en exceso se ha convertido en una molestia a la tranquilidad de las familias, sobre todo de aquellas que habitan cerca de lugares comerciales o donde la contaminación acústica se da al interior de los domicilios vecinos, lo que ha derivado en riñas diarias que rompen el tejido social y, por ende, la cohesión comunitaria.
“Por las razones aquí expuestas se deben tomar medidas necesarias para contrarrestar este problema que se ha venido normalizando por largo tiempo”, finalizó.