Por MARIO ENSÁSTIGA SANTIAGO*
La Escuela de Historia de la UMSNH, tuvo la semana pasada el tino de organizar un coloquio por demás interesante y sugerente, con motivo de los 100 años de la fundación del Partido Comunista Mexicano (PCM), organismo político fundado en noviembre de 1919 y desaparecido hace 38 años, al menos por sus siglas, porque los comunistas continuaron la lucha en el Partido Socialista Unificado de México (PSUM).
El PCM surgió como partido político a pocos años de haber concluído la revolución armada del campesinado mexicano, el coloquio en referencia fue un evento muy distante de ser un simple recuento académico, historico o de la nostalgía revolucionaria; los ponentes y asitentes hablaron de los importantes aportes que los y las comunistas mexicanas, hicieron a la vida social, política y cultural durante 7 décadas a la sociedad, que sin duda algunos de esos aportes, han llegado y prevalecen hasta nuestros días.
En lo particular el corazón del coloquio por la personalidad y el tema abordado, fue la participación de Enrique Semo, con la ponencia, ¿Qué es el comunismo hoy?, tema que sin duda ha revoloteado durante los últimos años en las cabezas de muchas personas entre las que me cuento, por ello, me importa compartir algunos planteamientos de la ponencia del historiador y polítólogo Semo, que particularmente me llamaron la atención y me dijaron un buen sabor de boca.
La confrontación de los ideales comunistas con los del capitalismo, lleva 200 años, grandes victorias y derrotas, sin embargo, el capitalismo en el balance general conserva su hegemonía; para los que seguimos albergando las ideas fundacionales y sustantivas del socialismo y comunismo, nos permitío militar durante décadas, hoy tenemos que reconocer que el comunismo no es ni puede ser el mismo del que reivindicamos en los años 60, 70 y parte de los 70, porque la sociedad ha cambiado radicalmente, no es la misma, asi de simple; en nuestro país las ideas comunistas del PCM estuvieron presentes por muchas décadas y en muchas luchas sociales, gremiales, sindicalistas y politico electorales.
Hoy en día a pesar de que hay varios agrupamientos que reivindican el comunismo, , que no hay una fuerza social y política realmente importante e incidente en la vida del país, personalmente he tenido contacto con personas y grupos que fracamente debo decir con respeto, de hecho ya lo he dicho y escrito en varias ocasiones, son algo asi como la “izquierda bulto”, parodiando la película de Gabriel Retes, que nos habla del estado vegetativo por 20 años de una persona que fue herida en la matanza del 2 del 2 octubre de 1968 en Tlatelolco del D.F., milagrosamente despierta y mira a su mujer, hijos y la ciudad que ya no era igual aunque si las mismas personas, y seguía temeroso de los balazos y cañonazos que en su mente todavía había en las calles d ela Ciudada de México.
Quiero decir que la “izquierda bulto” es aquella que sigue cultivando viejas ideas, propuestas y estrategias que no fueron viables y quizas nunca lo serán, como la dictadura del proletariado, el partido de la clase obrera, la violencia revolucionaria de las masas los obreros como vanguardia del proletariado, la guerrilla, el centralismo democrático, etc. etc., ideología que el viejo comunismo propalaba, dentro y fuera del PCM; la obligada pregunta no podría faltar, ¿el comunismo tiene vigencia y viabilidad en el México de hoy y del primer tercio del siglo XXI?, la respuesta me parece afirmativa, siempre y cuando, y a condición de que sea acorde al análisis más riguroso de lo que es la gran complejidad de la socicedad moderna y globalizada.
Sin duda, la agenda política del comunismo de nuestros días, no sólo debería reivindicar la última generación de los derechos humanos y los derechos ciudadanos más universales, temas que para el viejo comunismo no estaban presentes, visibles o de su interés político y estratégico, como la homoxesualidad, los matrimonios igualitarios, la tercera edad, el desarrollo local, las iglesias, la migración, la igualdad sustantiva, el cambio climático, la perspectiva de género, el aborto y muchos otros temas que hoy son el pan de cada día.
Sin duda el comunismos o socialismo realmente existente de la URSS, afirmo Enrique Semo, como ensayo fue un fracaso, sin embargo no podemos dejar d ereconocer los grandes aportes del comunismo internacional a la humanidad; durante esas décadas las diversas corrientes comunistas se convirtieron en propyectos, ideológicos y políticos importados, que no posibilitaron en lo general desarrollar nuestras propios paradigmas, a partir de nuestra historia, idiosincracia y cultura musical, gastronómica, religiosa, cosmogónica, mitológica y climatica, eralos signos posteriores a la Revolución Méxicana.
El floresmagonismo lamentablemente no alcanzó a desarrollarse para convertirse en un verdadero proyecto de Estado Nación, como tampoco el zapatismo, villismo, maderismo y otras corrientes de pensamiento, que con el paso de la etapa de muchos años donde predomino la violencia de las armas a la institucionalización de la vida del país, abriendo paso al nacionalismo revolucionario, con sus importantes aportes, consecuencias y desviaciones con los años del partido de Estado.
El comunismo mexicano y el nacionalismo revolucionario, merecen una seria revisión y actualización frente a los grandes desafíos de la nueva etapa del país de la 4t, para ir más allá y no quedarse sólo en planteamientos éticos, morales y humanitarios, que sin duda son muy importantes y necesarios, pero que para la construcción de una sociedad verdaderamente democrática, justa, solidaria y sustentable, resultan insuficientes.