La Página
Por PATY TORRES
Morelia, Michoacán.- El incremento de la obesidad en las mujeres y del consumo de alcohol entre los varones mayores de 50 años o más, son dos indicadores que llamaron la atención de las autoridades del Inegi, del Instituto Nacional de Geriatría e investigadores, al conocer los resultados de la Encuesta Nacional sobre Salud y Envejecimiento en México (Enasem) 2018.
Al presentar oficialmente los resultados de esta encuesta que se elabora a partir del 2012, Julio Santaella, presidente del Inegi, indica que de los 28.2 millones de personas en México con 50 años o más, en la proporción del envejecimiento del 2012 que era del 19 por ciento del total, ahora es del 23 por ciento; de este total el 24 por ciento reportaron vivir solos o con una persona y que el 46 por ciento trabajaba con pago o sin pago.
Si bien los encuestados consideraron que hay una mejora en la cobertura de salud respecto al 2012, al pasar del 14 al 10 por ciento en las mujeres y del 17 al 15 por ciento para hombres, su estado de salud lo reportan como deficiente, casi dos terceras partes la califican así. Las enfermedades de mayor prevalencia son la hipertensión, diabetes, enfermedad pulmonar, artritis, infarto, embolia y cáncer.
Sin embargo, se destaca que este grupo poblacional no es ajeno a la obesidad que, si bien decreció del 19 al 23 por ciento entre los hombres, entre las mujeres aumentó del 25 al 31 por ciento, consideran que es porque ha decrecido la actividad física y el consumo de comida procesada, lo que deriva en otras enfermedades. El aumento en el consumo de alcohol aumentó del 40 al 43 por ciento en los varones en este periodo de seis años registrado.
Lo que antes se conocía como ‘pirámide poblacional’ ahora ha cambiado su figura similar a una guitarra, al registrar un aumento de personas mayores y quienes en un 47 por ciento entre mujeres y el 43 por ciento entre hombres, manifestaron dificultad para conciliar el sueño y en ambos casos un 31 por ciento en casos de depresión con cinco o más síntomas que le caracterizan, la demencia se considera como un problema de salud emergente.
Rebeca Wong, investigadora de la Universidad de Texas, quien colaboró en este estudio, que calificó como ‘único en el mundo’ y con una base de datos de muy alta calidad, señaló que los investigadores ya estudian cómo características la infancia afecta la vida en la vejez, cómo la ocupación que tuvo afecta la discapacidad y mortalidad, cómo la resiliencia afecta la salud mental y física.
Igualmente, el estudio puede ser cómo las múltiples enfermedades afectan la salud emocional de un adulto mayor, pueden estimar la esperanza de vida libre de discapacidad, demencia o de dolor; pueden estudiar cómo la depresión afecta el riesgo de tener una embolia, la relación de entrar a la edad de 50 años con obesidad, la trayectoria del deterioro de discapacidad. Saber sobre la mortalidad a detalle, de las cinco mil 600 muertes acumuladas entre los que iniciaron el estudio y cómo fue su último año de vida.
