Por ELVIRA FERNÁNDEZ*
En el año 2011 se realizó la “Encuesta Nacional de Adicciones” elaborada por la Comisión Nacional contra las Adicciones (CONADIC), misma que reflejó que en México hay un millón 200 mil personas con problemas de adicción.
Los fines de semana eran propicios para que Carlos bajo el pretexto de desestresarse, organizara en casa una partida de dominó, Rosario aceptaba la propuesta, sería algo familiar, estaría su cuñada, esposo y los niños. La bebida estaba lista junto con las botanitas, las cosas parecían estar bajo control, los primos jugaban y corrían alrededor. Pero Rosario comenzó a ver que después de algunos tragos, el ganar o perder propiciaba que Carlos se molestara y comenzara a expresarse con un lenguaje un poco más agresivo.
Un día de esos las cosas se salieron de control, de un momento a otro después de varias copas, Carlos golpeó a su cuñado, ese día había bebido más de la cuenta. Los niños que todavía jugaban alrededor de ellos presenciaron lo sucedido, ninguna de las dos mujeres sabía cómo reaccionar, si controlar a los maridos o consolar a los niños, estaban descorazonadas y muy avergonzadas.
El alcoholismo en la familia es un problema serio, comenzando porque el licor lo incluimos y aceptamos como parte de la convivencia. Sin embargo, como en el caso de Rosario, estamos tocando poco a poco puertas de un infierno que de verdad nadie debería de vivir.
Sin ponernos moralistas, según el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente, el consumo excesivo de alcohol es motivo de preocupación, angustia y sufrimiento para muchas familias. Cuando un miembro de la familia consume este tipo de sustancias, él o ella perturban la paz mental de los demás miembros.
En México más del 13% de la población presenta síndrome de dependencia al alcohol. Donde el 12.5% son hombres y 0.6% son mujeres entre 18 y 65 años de edad.
El 80% de los divorcios están asociados al alcoholismo, mientras que el 60% de los suicidios han sido vinculados con el alcoholismo. Un 9% de las mujeres entre los 18 y 65 años de las zonas urbanas beben 5 copas o más en cada consumo.
Si los niños presencian o no, la conducta de algún familiar bajo la influencia del alcohol, aunque el tema se mantenga oculto, los niños también perciben la situación, no importa la edad que tengan. De manera que es conveniente platicar con ellos acerca del problema del consumo del padre, hermano, madre o de otro familiar y tomar en cuenta lo que ellos piensan o sienten acerca de esta situación.
Lo cierto es que si la función de los padres es la de proteger a los niños, Diego quien presenció la situación dijo sentirse triste y no entender porque tuvo esa actitud su papá. Con 8 años, explicó que no quiere ir a otra reunión, sin pasar por alto que se ha mantenido un poco alejado de su padre.
Y el problema no excluye a las mujeres, al menos hasta el 2011 el 1% de mujeres son dependientes del alcohol, según la encuesta el 16.8% consumió bebidas alcohólicas durante el embarazo, mientras que el 7.4% de la cerveza era la bebida de preferencia de mujeres que amamantaban a su hijo.
Esto puede generar también en nuestra familia un cambio de percepción. Si antes sentían seguridad, ahora tienen desconfianza. Esto rompe los vínculos y la forma en como nos comunicamos y por supuesto va creando una distorsión de la realidad, si esto es frecuente, no será difícil entender que el niño a la larga se acercará a pasos agigantados a tener un problema de alcoholismo, porque esto es “lo normal en su familia” justo con todos los sentimientos que la situación genera, como la incertidumbre, desconfianza, tristeza, miedo, frustración, por nombrar algunas.
Es importante considerar que, tal vez nosotras no tomamos, pero nuestra pareja es alcohólica, se generarán lazos de co-dependencia y por supuesto también arrastraremos a nuestros hijos. Si ya hemos entendido que necesitamos cambiar nuestros hábitos a este respecto por el bien de la familia, entonces es tiempo de buscar el apoyo de algún especialista. Si tu pareja no reconoce que tiene un problema pero estás viviendo frecuentemente momentos como el hemos mencionado. Y te desagrada porque tus hijos están afectados, también es momento de tomar cartas en el asunto y pedir ayuda profesional. Antes de colocarnos en una situación que puede ser altamente peligrosa y pueda no sólo comprometer los factores emocionales, sino, la vida misma.
Si estás viviendo una situación así haz click en las siguientes ligas:
https://www.saberdealcohol.org.mx/sites/default/files/que-hacer-ante-alcohol.pdf
https://www.saberdealcohol.org.mx/content/programa-beber-menos
Con información de:
GULLÉN, Patricia. Las cifras del alcoholismo en México. Animal Político. https://www.saberdealcohol.org.mx/content/programa-beber-menos
Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente. https://www.saberdealcohol.org.mx/content/el-alcohol-y-t%C3%BA
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Elvira Fernández. Es Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UNAM. Ha trabajado en producción televisiva, ha colaborado como reportera, columnista y articulista para La Revista de El Universal, Milenio Diario. Ha sido coordinadora de comunicación en la Editorial Miguel Ángel Porrúa. Se desempeñó como articulista y editora para Nichos Sociales, en el portal Corazón de Mamás.