Por MARIO ENSÁSTIGA SANTIAGO*
Recapitulando, el primer momento vivido por la primera experiencia de gobierno municipal de Raúl Morón Orozco, fue de la campaña electoral iniciada en mayo de 2018 a la toma de protesta del primero de septiembre del mismo año, se caracterizo en lo fundamental, por iniciar en un contexto general de grandes expectativas y excesivas demandas ciudadanas; al final de la jornada electoral y la toma de protesta, el profesor Raúl Morón se convirtió en el primer presidente municipal de la 4t en Morelia, confirmando el adagio popular de que la “tercera es la vencida”.
Con la toma de protesta se iniciaron los primeros 100 días de gobierno, tiempo internacionalmente conocido como el de reconocimiento de todo lo que implica gobernar una municipalidad, como la integración del nuevo equipo de gobierno, del diseño de la nueva arquitectura y estructura burocrática de administrativa de y de gobierno; de la elaboración del Plan Municipal de Desarrollo 2018-2021 a partir del Programa de Gobierno propuesto durante la campaña y la atención al proceso de entrega recepción para conocer objetivamente las condiciones en que se recibía la administración municipal de Morelia.
Del primero de septiembre a diciembre de 2018, son 4 meses de transición complicados para terminar el año fiscal en curso y al mismo tiempo iniciar las actividades del nuevo gobierno, problemas administrativos, económicos, financieros y fiscales.
El arranque y primeros días de gobierno operativamente se enfocaron a resolver las demandas más sentidas de la población en ese momento, como los baches y la falta de iluminación de la ciudad y tenencias, pese a la irregularidad de la entrega recepción, Morón pudo visualizar las complicadas situaciones en que recibiría la administración del municipio.
Como la excesiva plantilla de personal de poco más de 5 mil servidores públicos y una nómina de 599 millones de pesos anuales, plantilla que se incrementó en los últimos días de la anterior administración de manera irregular con más de 300 plazas que basifico Alfonso Martínez Alcázar que significaban de base 23 millones de pesos más al erario público anual y otras acciones poco transparentes de contratación de asesorías, servicios profesionales y proveedurías, una deuda pública de alrededor de 450 millones de pesos.
Situación por demás difícil para el inicio de la nueva gestión municipal, además de la huelga del Sindicato del OOAPAS iniciada 81 días atrás con una pérdida estimada de 60 millones de pesos; estas y muchas otras cuestiones en conjunto limitaban las acciones y políticas públicas de la nueva administración municipal moronista en beneficio de la población.
Las primeras acciones de servicios públicos se centraron en la atención inmediata del bacheo e iluminación de la ciudad de Morelia, muchas otras actividades se iniciaron de trabajo territorial, limpieza de la ciudad, pinta e impermeabilización de los kínderes y primarias de todo el municipio, reforestación de importantes áreas, mantenimiento de espacios públicos, áreas verde, acciones encaminadas al bienestar comunitario.
Si bien es cierto que dadas las condiciones precarias de muchas familias obligadamente se hicieron acciones de carácter asistencial, como la entrega de 7,000 tabletas a niñas y niños de primaria, entrega 150 pies de casa, dotación de tinacos, láminas, calentadores solares, microcréditos, mejoramiento y equipamiento de unidades médicas, limpieza de canales, cárcamos y cuerpos de agua, rehabilitación de capillas y arreglo de pequeñas calles, limpieza y pintura de áreas verdes y deportivas.
Otras acciones y políticas públicas enfocadas a la participación ciudadana, a la perspectiva construcción de una ciudadanía consciente, participativa y plena, para generan estratégicamente importantes cambios y transformaciones estratégicas en la organización de la sociedad, en las actitudes, aptitudes y nuevas capacidades de la gente, cambios positivos en la imagen de los territorios y del mismo funcionamiento del gobierno municipal.
Muy pronto el gobierno municipal encabezado por Morón empezó a plasmar su marca o sello de gobierno, caracterizado por la promoción de la honestidad, combate a la corrupción y austeridad, principales temas de la 4t, poniendo de manifiesto el fuerte compromiso social con las principales problemáticas de la gente, el activismo y sacrificio del equipo de gobierno, en la lógica de hacer, más volcado a la operación del trabajo territorial que a la reflexión, análisis, debate y planeación de gabinete, simple y sencillamente orientado de manera general por los principales ejes, programas y proyectos señalados del Plan Municipal de Desarrollo.
La cultura política sindicalista de Morón de jefaturar políticamente los procesos organizacionales y operativos, entro en acción, al mismo tiempo desarrollo una interesante política de diálogo con diversos sectores del municipio y constantes gestiones ante el gobierno federal; el proyecto del Acuerdo por Morelia se visualizo desde un principio como el gran proyecto estrella del gobierno municipal, proyecto que al igual que otros como el de Morelia te quiero en paz con las universidades privadas y empresarios locales, por diversas razones no fructificaron, ello abrió paso al proyecto del cambio de más de 70 mil luminarias LED en todo el municipio, colonias de la ciudad de Morelia y comunidades de las tenencias, esta obra pública finalmente se convirtió en el proyecto emblemático de la experiencia y gestión municipal del profesor Morón al final del día.
Así fueron los primeros meses y año de gobierno, de intenso y productivo proceso de ensayo-error, de construcción de la primera experiencia de gobierno municipal para la mayoría de los integrantes del equipo de gobierno, incluyendo al mismo Morón, momento lleno de aprendizaje en la operación de los programas, proyectos, estrategias y acciones establecidas por el Plan Municipal de Desarrollo 2018-2021, en función de los limitados recursos económicos, de infraestructura, equipo y personal heredados por el anterior gobierno municipal.
Proceso que en ciertos momentos sobre todo de los primeros meses de trabajo, la sensación de que la administración municipal era un barco a buena velocidad, en el que no todos los pasajeros sabían la ruta a seguir, las paradas y destino final, situación normal, justificada y explicable de toda organización gubernamental al inicio de un gobierno, cierta descoordinación y falta de una adecuada comunicación entre los mandos superiores, intermedios y de base, que con frecuencia se traduce en la disfunción organizacional que genera retrasos operacionales, insatisfacciones individuales y colectivas, duplicidad de funciones y energías, gastos innecesarios de recursos humanos, materiales y económicos, que redundan finalmente en perjuicio de la insatisfacción de la sociedad.
Así el gobierno municipal llego al primer informe de gobierno, con una gran cantidad de obra pública y acciones de transformación paulatina de la mejoría de la imagen de los territorios urbanos y municipales del municipio, venciendo la curva de aprendizaje y del mejoramiento de la percepción ciudadana sobre el quehacer del gobierno municipal liderado por Raúl Morón, dejando claramente elementos de que en el segundo año llegarían recursos federales gestionados meses atrás, que redundarían significativamente en el bienestar de la población municipal. En la tercera y última parte de esta temática abordaré el segundo año de gobierno y la búsqueda de Morón de la candidatura de Morena al gubernatura de Michoacán en el 2021.
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* Mario Ensástiga Santiago. Es ingeniero por el IPN, además de realizar estudios en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, y una maestría en Desarrollo Urbano. Ha militado en la izquierda durante 45 años. Fue secretario ejecutivo del Centro de Desarrollo Municipal (Cedemun) y asesor de diversos gobiernos municipales.