La Página
Por MARVELY GARNICA
El COVID-19 ha cobrado la vida de más de 4 mil 272 michoacanos, que enfrentaron complicaciones con la enfermedad, 44 mil 525 se han contagiado. A nivel nacional 180 mil 536 mexicanos fallecieron y 1 millón 602 mil 024 personas lograron recuperarse del virus.
Sin embargo, algunos de ellos enfrentan secuelas, algunas casi imperceptibles y otras más notorias que afectan la vida diaria del individuo.
La Organización Mudial de la Salud, dio a conocer que las principales afecciones se han manifestado en los pulmones, al recibir el mayor impacto del virus, causando complicaciones para respirar y realizar actividades que requieren de esfuerzo cardiovascular.
Pacientes han manifestado sentir pérdida del oxigeno, agitación, respiración entre cortada y necesidad de detenerse para recuperar el “aliento”. También han señalado dificultad para caminar, pérdida de fuerza, debilidad muscular y dolor de pecho.
Este último padecimiento va acompañado de taquicardias descontroladas y sensaciones similares a un infarto al presenciar “punciones ” en el hombro izquierdo.
Daños en el hígado, vesícula, disminución del sentido del gusto, coagulación de la sangre, detonación de diabetes y trastornos psicológicos como padecimientos de ansiedad son otras reacciones adversas.
No en todos los caso se presentan todos los padecimientos, así como cada paciente presenta síntomas distintos, cada paciente puede sufrir secuelas distintas.
El Gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, sufrió una hemorragia nasal cuando encabezaba una rueda de prensa con medios de comunicación. Él mismo adjudicó este padecimiento a una secuela que dejó el COVID-19 en su cuerpo en septiembre de 2020, cuando lo contrajo.
La OMS, aún estudia los padecimientos que la enfermedad deja, por lo que la lista de puede incrementar.
Es importante observar y prestar atención a cualquier padecimiento que pueda presentar una persona que se recuperó del virus, ya que de no tratarse podría ser letal.