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-Recordó que las estimaciones oficiales señalan que dos de cada diez niños y adolescentes tienen trastornos o problemas mentales por violencia familiar o violencia infantil-Recordó que las estimaciones oficiales señalan que dos de cada diez niños y adolescentes tienen trastornos o problemas mentales por violencia familiar o violencia infantil
En las acciones de combate a la violencia doméstica, es fundamental que las políticas públicas tomen con seriedad y refuercen la atención psicológica a quienes la padecen, recalcó la diputada Fanny Arreola Pichardo, coordinadora de la Representación Parlamentaria en la LXXV Legislatura del Congreso del Estado.
La diputada por el Distrito de Apatzingán recordó que las estimaciones oficiales señalan que dos de cada diez niños y adolescentes tienen trastornos o problemas mentales por violencia familiar o violencia infantil.
“En los adultos, la violencia familiar o doméstica provoca diferentes tipos de trastornos mentales, entre los más importantes están la depresión, la ansiedad y el trastorno por estrés post traumático”.
Fanny Arreola subrayó que la depresión se presenta con baja autoestima, sentimientos de inutilidad, de culpa y de ideas de suicidio, mientras que la ansiedad conlleva crisis de pánico, ahogamiento, nerviosismo e insomnio; y el trastorno post traumático aparece incluso mucho tiempo después del maltrato, con miedos, nerviosismo, pensamientos de angustia sobre los hechos traumáticos, pesadillas, pensamientos negativos, sentimientos de culpa.
“Además la violencia doméstica se asocia con intentos de suicidio y suicidios completado, en donde las consecuencias suelen ser más graves para los menores que pueden desarrollar una variedad de problemas de comportamiento, emocionales y funciones cognitivas como menor rendimiento académico y aumento del trastorno del déficit de atención e hiperactividad”.
Abundó que en niñas y niños violentados también aumentan los niveles de ansiedad y enfermedades psicosomáticas como dolores de cabeza, abdominales, asma, tartamudeo, y también se asocia a comportamientos antisociales”.
