Por ROSMI BONILLA UREÑA*
“ Los niños han de tener mucha tolerancia con los adultos”
Antoine de Saint-Exupery
A pesar de que desde hace algunas décadas la gratuidad de los tratamientos para los niños con cáncer se instituyera como política pública, la realidad es que, en la mayoría de los casos, es un sueño lejano de cumplirse.
Para Michoacán, en el año 2002, el entonces gobierno de Lázaro Cárdenas Batel anunció con bombo y platillo la gratuidad de los medicamentos oncológicos para pacientes infantiles; sin embargo, esa gratuidad no cubría la totalidad de los medicamentos oncológicos ni los tratamientos alternos que los pacientes requieren toda vez que su sistema inmunológico y algunos de sus órganos están comprometidos por la enfermedad o la quimioterapia.
A 20 años de que Michoacán se anotara como pionero incluso a nivel federal en la gratuidad de tratamientos contra el cáncer en los niños (el gobierno de Vicente Fox hizo el anuncio un par de años más tarde); los pacientes siguen sin recibir de manera gratuita e íntegra sus tratamientos.
Actualmente, según México Evalúa la falta de detección oportuna, atención y tratamiento se deben a los recortes del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) que recibió 40% menos presupuesto que en el 2018 cuando era Seguro Popular[1].
En este mismo informe, la ONG señala que, en el 2020, el Fondo de Salud para el Bienestar (Fonsabi) que cubre 66 padecimientos, de los cuales 23 son cánceres para menores de 18 años, recibió apenas 5.9 millones de pesos, la cifra más baja desde 2012.
Asimismo, en 2020 los recursos para atender el cáncer de la infancia y adolescencia fueron de 150 millones de pesos, 50% menos que en 2018 y el segundo monto más bajo después de 2019.
Para 2021, el Insabi ya no reportó cifras respecto al Fondo.
Además, se ha dado a conocer a través de El Sol del México, que el Instituto Nacional de Pediatría sigue prorrogado los servicios oncológicos debido a que, por segunda ocasión desde 2020, se suspendió la ampliación de las áreas de consulta, quimioterapia, cirugía y terapia intensiva. Con ello se afecta directamente a 783 menores que buscan confirmar su diagnóstico de cáncer y otros padecimientos.
Finalmente, se estima que en México se diagnostican más de 5 mil nuevos casos de cáncer infantil y que mueren 2 mil menores víctimas de esta enfermedad al año. Han transcurrido ya 3 años desde que se suspendieron, en su mayoría, los tratamientos gratuitos a los niños con cáncer lo que ha aumentado la cifra de fallecimientos.
Los números son fríos. La verdadera tragedia está en lo que se vive detrás de cada uno de los casos registrados: desesperación, impotencia, muerte.
Por ello, México Evalúa propone la creación de un Fondo Nacional de Cáncer en un esquema similar al recién aprobado en Chile. Este fondo, además de completar el financiamiento de los servicios ya otorgados por el INSABI, suma recursos de otros sistemas de salud; forma parte del Presupuesto de Egresos de la Federación y, lo más importante, además de tratamientos, análisis clínicos y seguimiento de casos, fortalecería la investigación médica y la innovación tecnológica en beneficio de los propios pacientes.
Se sabe que la sobrevivencia de los niños y adolescentes con cáncer es del 80 por ciento si se detecta a tiempo. Es por ello que la atención de primer nivel en clínicas y centros médicos para la detección oportuna es primordial. Sin embargo, esto no resta importancia a la gran urgencia y necesidad de, al menos, restaurar el abasto de medicamentos que, como se dijo en un inicio, no cubrían las necesidades completas de los pacientes oncológicos pero ayudaban en su tratamiento.
[1] “Desatención del cáncer: una bomba de tiempo” disponible en: https://numerosdeerario.mexicoevalua.org/2022/07/22/desatencion-del-cancer-una-bomba-de-tiempo/
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*Rosmi Bonilla Ureña. Es maestra en Gobierno y Asuntos Públicos y Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UVAQ. Con experiencia en medios de comunicación y órganos electorales. Expresidenta del Consejo de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción.