La Página/Redacción
Morelia, Michoacán.-La defensa de la educación pública en México no es un capricho ideológico, sino un compromiso histórico con la soberanía nacional que el magisterio en nuestro país ha asumido como causa vital, por lo que su labor debe ser reconocida no sólo por la contribución que día a día hace en las aulas pese a las adversidades y el descrédito inducido al que ha sido sometido, sino por abanderar las causas más nobles y puras que dieron vida al Estado Mexicano, subrayaron los legisladores perredistas Erik Juárez Blanquet, Leonardo Guzmán Mares y José Eleazar Aparicio Tercero.
En el marco del Día del Maestro, los tres profesores que hoy desempeñan su responsabilidad como integrantes de la LXXII Legislatura local, refirieron que pese a décadas de campañas de desprestigio, ataques, y hostigamiento, el magisterio en nuestro país lejos de renunciar a su compromiso social, ha ahondado sus convicciones, dando la batalla en las aulas para forjar el espíritu de los mexicanos que habrán de transformar el país a través del conocimiento, sin dar la espalda a su responsabilidad a favor de la educación pública.
Los legisladores lamentaron que el envilecimiento de amplios sectores de la clase política, los grandes intereses económicos que en sus apetencias monetarias buscan hacer de la educación un negocio, y la desinformación propagada por los medios masivos de comunicación, allanen el terreno para la aprobación de leyes y la instrumentación de políticas gubernamentales ajenas al interés nacional.
Cercenando el camino de la educación pública a través de normas, reglamentos y políticas, derruyendo la credibilidad social de los docentes con campañas de deshonra, calumniando a los profesores como los responsables de la crisis del sector, el gobierno federal en complicidad con las administraciones estatales y cientos de legisladores en el país, han pretendido dar el puntillazo a la educación pública con la aprobación de reformas legales que buscan ahogar la posibilidad educativa sin fines de lucro.
Subrayaron que el conocimiento y el saber no tienen por esencia la pasividad y el letargo, sino la transformación y la construcción de nuevos horizontes, por lo que no se puede demandar a quienes tienen como herramientas de trabajo el pensamiento y el discernimiento, ser omisos frente a los embates contra un bien fundamental del patrimonio nacional como lo es la educación pública.
Por todo ello los legisladores perredistas, reconocieron hoy más que nunca, la denodada lucha del magisterio en estos momentos, en donde los embates contra la educación pública son cada vez más letales.