La Página
Por ANA MARÍA CANO
Morelia, Mich; 24 de abril del 2023.-Janet López Pineda tiene dos características que la hacen sobresalir y las que realiza con pasión y entrega, una es que es fisicoculturista y la otra es ser una saxofonista.
Es originaria de Morelia, creció y se formó aquí, de niña no tenía gusto por la música, pero ya practicaba deportes y baile donde tomó ocho años de clases y participó en varios concursos de oratoria y declamación.
Recuerda que una amiga la invitó a ir al gimnasio, no sabía de qué se trataba, pero desde ahí la conquistó esa disciplina, sin embargo, dice, ese primer día que fue, se lastimó las cervicales y tuvo que andar con collarín por dos meses.
La música le interesó porque cuando viajaba con su papá a su tierra, ahí escuchaba música con saxofón, y él le decía que esperaba un día ella lo tocara, pero en ese momento, a ella no le interesaba. Pero los Reyes Magos le trajeron su primer saxofón y empezó a tomar clases cuando estudiaba la secundaria.
Fue a los 17 años cuando incursionó al fisiculturismo, pero fue a los 19 años, después de un año de preparación, cuando tuvo su primera competencia en la cual quedó en el quinto lugar.
“Es toda una preparación para poder ir a una competencia, no es de un día para otro, se requiere mucho tiempo, planeación y una muy buena organización”.
Ese mismo año que tuvo su primera competencia, se graduó con mención honorífica como saxofonista en el Conservatorio de la Rosas.
Fue una graduación, recuerda, como una de las mejores que ha vivido por el hecho de que planeó su repertorio con todo el corazón, por lo que su público quedó encantado.
“Me encanta mi carrera en instrumento, pero a parte en el Conservatorio llevé como completo piano, porque como músico tenemos que aprender diferentes instrumentos”.
Cuando era estudiante formó parte de diferentes agrupaciones como dúos, tríos; ha participado en diferentes festivales, conciertos y giras. Estudiaba siete horas diarias de música que combina con horas en el gym”.
La música, dice, es una parte fundamental de su vida, es su parte sensible, y el deporte, señala, es su parte ruda.
La experiencia más bonita, recuerda, fue cuando tocó en Tlapujahua donde el recibimiento fue increíble y una de sus mejores experiencias.
Posteriormente siguió preparándose para las competencias deportivas y nutricional. Son ya siete años que se dedica al fisiculturismo.
“Son muchas las medallas que he ganado como lo fue en el Clásico Mister México que es la competencia más importante a nivel nacional. Ahí competí en dos categorías y me clasificaron como novata que es una categoría abierta donde quedé en quinto lugar; pero yo soy categoría bikini fitness”.
Destacó que logró una participación muy buena gracias a su coach y preparador ya que antes ganó todas las categorías en un selectivo para poder ir al Clásico Mister México.
En competencias pasadas, señala con orgullo, ha quedado en el top, y este año se clasificó en el noveno lugar a nivel nacional en bikini.
“Esas dos cosas destacan mucho en mí, la música y el área deportiva. Me gusta mucho el jazz y bailar, me distingue la creatividad y el ser tenaz hasta lograr lo que quiero. Cuando tocó el saxofón es una experiencia tan bonita, y quiero trasmitir a todos esa sensación tan hermosa que siento”.
Pero no conforme con ello, Janet es una chica llena de sueños y retos, por lo que está a punto de culminar su carrera en Nutrición.
Fue, dijo, una decisión difícil querer estudiar Nutrición ya que iba a ingresar de lleno a la música, pero le empezó a ganar el amor por la nutrición.
“Es increíble cómo puedes transformar un cuerpo de la mano de una alimentación y el ejercicio, y empecé a valorar la opción. Como fisiculturista he pasado por muchas cosas, y yo tengo la intención de ayudar a las personas a transformarse a través de su alimentación sin que los satanicen”.
Dice ser muy disciplina y organizada, por lo que ha podido lograr al mismo tiempo estudiar, ser deportista, música, trabajar y dar clases.
Más allá de las medallas y los trofeos que ha recibido, dice, que la satisfacción más grande, es el camino andado que la llevó a formarse como deportista y música, de hacer bien las cosas y haberlo logrado.
“El llegar hasta ahí y mostrar tu versión que es la resultado de todo un año que trabajaste día y noche, pegada a tu dieta, a los entrenamientos, y al final ves los resultados y ahí está la satisfacción”.
Al principio de esta carrera deportista del fisiculturismo, sus papás no la dejaban incursionar en ella, porque no era algo común en las mujeres, pero les pidió una oportunidad y de demostrarles lo que podía hacer.
“Tuve que trabajar para poder comprarme mi equipo para competir como el bikini que cuesta más de 5 mil pesos, yo tuve que pagar todo, así que era trabajar, estar en la escuela, mi ejercicio y mi vida normal de seguir aprendiendo de todo, y ya llegará el momento que podemos disfrutar”.
Un día normal para ella es despertar a las 6 de la mañana, se arregla, desayuna, hace cardio, va a sus clases, lee un poco, se va al gym, estudia, va a la universidad, y ya como a las 9 de la noche regresa a su casa, estudia para exámenes y va durmiendo como a la una de la mañana.
Para Janet, luchar por sus sueños, aprender y trabajar disciplinadamente ha sido parte fundamental de sus éxitos y logros que le han dado muchas oportunidades.
Al final de esta entrevista, Janet pide más oportunidades para los jóvenes en cuanto al deporte, a aprender un instrumento, ya que hace falta apoyo a los verdaderos talentos para que puedan destacar en cualquier ámbito del deporte y el arte.
