La Página
Por ANA MARÍA CANO
Morelia, Michoacán.-La familia de Doña Lupita Altamirano fue fundadora de la tradicional y reconocida “Panadería la Jarochita”, misma que cumple 85 años de llevar sabor, olor y color a las mesas de las familias morelianas
Hoy, ella es la dueña de esta panadería, es sobrina de don Mercedes Altamirano así como nieta de don Aurelio Altamirano, quienes fueron los fundadores y anteriores dueños de La Jarochita. Después que ambos fallecieron, ella se quedó a cargo de la panadería.
Platica que sus abuelitos tuvieron cuatro hijos, su abuelito, no era panadero, anduvo en la Revolución Mexicana y conoció a su abuelita aquí en Morelia.
“Mi abuelito da el brinco de la Revolución a la panadería porque en 1924 en una lucha que hubo en el templo del Carmen, de aquí de Morelia, él perdió su brazo derecho y se pensionó, a la vuelta de su casa había una panadería de entrega a negocios, y uno de los dueños mató a una persona, tuvo que huir, y le ofrecieron en venta la panadería a mi abuelito.
“Él no quería agarrarla porque decía que él no sabía nada de pan y además le falta una mano, pero lo convencieron y vendió los billares que había puesto con su retiro, y se dedicó a la panadería.
Su abuelita era una mujer muy luchona y tenía una tienda de abarrotes y su abuelito se iba a entregar el pan.
“Mi abuelito hizo los hornos en la casa, quitaron la tienda y se hizo completamente el lugar en panadería, por lo que era muy grande, tenían ocho panderos en la noche e igual número en el día. Hacían pan de primera y pan de segunda, pero no era por calidad, sino porque uno era de la mañana y el otro de la tarde, donde hubo un tiempo que en el pan de segunda eran puras mujeres quiénes lo elaboraban. Y fue así que empezó a vender pan fuera de Morelia, transportándolo en bicicleta”.
Detalló que desde hace muchos años se encuentran ubicados en la calle de Quintana Roo (Centro Histórico de Morelia), y que la panadería surgió el 2 de noviembre de 1938.
Con muchas dificultades, relata, siguen sosteniendo esta empresa panificadora familiar, porque ya hay mucha competencia en la que usan las modernidades, pero que ofrecen un pan diferente por tener procesos industriales, mientras ellos, siguen siendo artesanales. No usan maquinaria, todo lo hacen a mano.
“Hasta 1975 mi abuelito se hizo cargo de la panadería, al fallecer. Pero luego empezó una tía al pendiente de la panadería a pesar que nunca se hizo cargo de ella, la sacó adelante, y curiosamente los panaderos no querían tratar con ella por ser mujer y estar acostumbrados a que los mandara un hombre”.
El nombre que se le puso a la panadería, el de “La Jarochita”, es en honor a una de sus tías, quien nació en Tuxpan, Veracruz. Cuando le preguntaron a su abuelito cómo se iba a llamar la panadería, dijo que, La Jarochita, por su hija.
Doña Lupita empezó a tener contacto con la panadería cuando su abuelita enfermó y ella iba a ayudarle. Pero su familia nunca hizo el pan, siempre tuvieron panaderos para ello.
“Pero sí hacemos empanadas aún con la receta que era de mi mamá, esas desde hace años las preparamos”.
Relata que la elaboración del pan inicia desde un día antes, pues la masa se pone a fermentar toda la noche. Al otro día, cuando llegan los trabajadores le dan el primer “rebaje” poniéndole azúcar o sal y la revuelven para dejarla a reposar nuevamente, luego le van poniendo el huevo.
“Y el azúcar se le pone más o menos dependiendo del clima, porque el azúcar hace que se levante el pan. Una vez con todos los ingredientes se amasa a manera que se despegue de las manos, hacen pedacitos de masa para elaborarlos los panes”.
El pan que no se les vende, al otro día lo dan más barato, pero si les queda mucho, lo embolsan y lo mandan al asilo del Cristo Abandonado o familiares de quienes están hospitalizados.
Platicó un secreto para que el pan duré más tiempo, mismo que consiste en congelarlo dentro de bolsas.
“Antiguamente había muchísimas figuras y formas de pan, ya muchas se han perdido, actualmente se elaboran cerca de 100 variedades. Pero definitivamente, el más vendido, es la concha de todos sabores y le sigue el polvorón”.
Durante la entrevista en el programa “Conexión” del porrtal www.lapaginanoticias.com.mx habló de todas las especialidades de pan elaboradas con manteca, mantequilla y de diferentes materiales para darle forma y sabor, y que desgraciadamente, hay mucho pan que se dejó de hacer.
Dentro de la dinámica de entregarle “La Llave Mágica” durante la entrevista, con el fin de que abra la puerta que ella considere pertinente, Doña Lupita señaló que abriría la puerta de la panadería La Jarochita para Michoacán, para que siempre disfruten un rico pan, que sabe verdaderamente a pan y que tiene la consistencia de un pan artesanal.