La Página
Por VÍCTOR ARMANDO LÓPEZ/ANA MARÍA CANO
En un caserío llamado Pueblo Viejo, allá por el rumbo de Ichaqueo (Morelia), donde las señales de la modernidad no existen, pero donde sí impera la naturaleza como marco ideal para la inspiración, para la inmersión hacia las raíces, los recuerdos y el orgullo por la tierra, la gente, su historia y sus tradiciones, fue donde nació el Himno de Michoacán.
Y es que su autor, el profesor Refugio Armando Salgado Morales cuando conoció la convocatoria que lanzó el Gobierno de Michoacán, a través de las secretarías de Cultura (Secum) y Educación (SEE), para crear el himno de la entidad, no dudó en participar y en fijar el pensamiento de que él ganaría el concurso a sus 39 años.
De ahí que tomó a su mujer de la mano y con computadora al hombro se fueron a Pueblo Viejo (donde no hay más de cinco casas), donde fluyeron los recuerdos, el pensamiento, el sentir que en el proceso creativo tenía que plasmar su experiencia como maestro de primaria en diversos puntos de Michoacán, como escritor con obra publicada y como amante de nuestra cultura.
En entrevista para el programa “Conexión” del portal www.lapaginanoticias.com.mx, el profesor y escritor Salgado Morales (nativo de Uruapan) recuerda que cuando le informaron que era el ganador de la letra del Himno de Michoacán, sintió orgullo, pero también que representaba a mucha gente, lugares y cosas. Por ejemplo, a su esposa, a su familia, alumnos y amigos, dispersos en la geografía michoacana: “A los de la Meseta Purépecha, a los de Paracho, de Cherán, de Churumuco, de La Huacana, la familia de Jiquilpan. Recordé la vez que conocí Zitácuaro o cuando conocí Tlalpujahua y Apatzingán, las veces que he estado en la costa michoacana. Me sentí muy orgulloso de mi carrera profesional como escritor y como profesor”.
“El hecho de conocer la mayoría de nuestra entidad me dio la seguridad de escribir una letra que realmente nos representara. Yo sé que muchas personas tenemos arraigos y nostalgias distintas, pero esto habla de la gran diversidad y la riqueza que tenemos geográfica, cultural e histórica”.
Ello le dio la seguridad de que su composición se enfrentara a un jurado muy especializado, mismo que analizó la esencia de la letra y determinó que el profesor de la primaria “Centro Educativo 18 de Marzo” (con sede en Morelia, Michoacán) era el ganador.
Hay que destacar que el Himno Oficial de Michoacán se estrenará a finales del próximo mes de septiembre en el Teatro “Morelos”, en el marco de la celebración del natalicio de José María Morelos y Pavón, y de los 200 años de Michoacán como estado federal.
Armando Salgado es originario de Uruapan, por lo que en su obra como escritor de cuentos, poemarios y novela, se encuentra plasmado el tema del agua, la naturaleza y recuerdos de su infancia, en la cual recuerda haber vivido escenarios hasta de 7 días seguidos de lluvia.
Comparte que fue en una casa de adobe, medio destruida a consecuencia del temblor de 1985, ubicada en la zona centro de Uruapan, donde pasó sus primeros años de vida, donde descubrió la magia envolvente de la lectura. Incluso, dice que en su vida cotidiana hay sentimientos de sismo, una vez que desde el vientre de su madre le tocó el gran sacudimiento que marcó la historia de México y su gente.
Ahí entre los escombros leí mis primeros libros -detalla-, varias veces vi La Caperucita Roja, La Cenicienta, La Bella Durmiente, hasta llegar al gran impacto de conocer a Rubén Darío con Los motivos del lobo, recuerdo una parte en la que el animal puntualiza: Yo estaba tranquilo allá en el convento; al pueblo salía, y si algo me daban estaba contento y manso comía. Mas empecé a ver que en todas las casas estaban la envidia, la saña, la ira, y en todos los rostros ardían las brasas de odio, de lujuria, de infamia y mentira. Hermanos a hermanos hacían la guerra, perdían los débiles, ganaban los malos, hembra y macho eran como perro y perra, y un buen día todos me dieron de palos. “Eso motivó a que hiciera mis primeros escritos”.
Decido escribir mis primeros cuentos y poemas a raíz precisamente de estos textos de la literatura clásica, explica, siempre que leía tenía el deseo de ser escritor, tenía claridad de ello, empezaba a realizar mis primeros esbozos. Hoy día ya tengo un acervo personal publicado.
Salgado Morales, es el mayor de cinco hermanos, además de ser egresado de la Normal de Tiripetío, es Maestro en Educación Básica por la Universidad Pedagógica Nacional. Y estudió un doctorado en Pedagogía Crítica en el Instituto McLaren de Baja California, México. Recuerda que cuando termina su preparatoria no tenía muchas opciones de estudio, y observó que la Normal de Tiripetío tenía internado y un comedor, lo que le dio la oportunidad de realizar una carrera profesional, aunque también pasó por su mente irse a la Heroica Escuela Naval.
Durante su estadía en la Escuela Normal Rural “Vasco de Quiroga” de Tiripetío y después de su egreso, fue donde adquirió el amor por el trabajo comunitario, pero también por innovar en la educación, paro no enfocarse sólo en lo que debe impartirse en las aulas, sino en ir más allá de sus paredes, analizando los distintos problemas que tiene una comunidad o colonia.
El profesor de primaria
Armando Salgado dice sentirse feliz y disfrutar mucho la labor que desarrolla como maestro de primaria. “Y todavía me pagan por ello, aunque justo es decir que la docencia salarialmente está castigada, más en la educación básica, donde no hay estímulos
“Tengo la oportunidad de interactuar con jóvenes, conocer sus intereses y canalizarlos por un análisis más allá del educativo, vincularlos con la realidad, con lo cual estamos coincidiendo con lo que es la Nueva Escuela Mexicana”.
Y es que observar al profesor en su labor diaria es gratificante, pues sus alumnos lo buscan, lo abrazan, lo ven como un guía en sus vidas, como una autoridad, pero también como un amigo, como alguien en quien confiar, y quien imparte sus clases de una manera muy distinta.
Armando Salgado como anécdota comparte que cuando trabajó en la localidad de El Potrero, ubicada en Churumuco, para llegar a ella hicieron cuatro horas en lancha desde el embarcadero hasta donde sería maestro.
“Debido a las altas temperaturas del lugar, la escuelita estaba llena de alacranes, por todos lados salían: Del bote de marcadores, de la bandera, del escritorio. Pero un día una niña llegó gritando espantada porque había una araña afuera del salón. Pensé que era mucho escándalo para un insecto, pero cuando salí, veo en la pared un monstruo ¡Una tarántula gigante! Nos paralizó a todos y no sabía ni cómo matarla o alejarla. En fin, nos adaptamos a usos, tradiciones y contextos marginales que nadie imagina”.
Su trayectoria como escritor
Armando Salgado tiene en su haber diversos premios y reconocimientos como escritor, labor de la cual hoy día tiene 17 libros, que van desde la poesía y la narrativa, hasta la literatura infantil.
Destaca que el publicar sus dos primeros libros, ante una convocatoria de la Secretaría de Cultura de Michoacán y obtener el premio Michoacán de Literatura, fue algo que le sirvió como cartas de presentación y desarrollo de esta carrera.
“Es una gran satisfacción ver mis obras publicadas con diversas editoriales, es una gran experiencia ver mi obra publicada por la UNAM, es muy estimulante. Mi poesía siempre está mirando hacia el exterior y hacia la realidad, misma que puede ser voraz, compleja e irregular, pero siempre regresa al corazón del ser humano, para tener una análisis y expresión”.
El uruapense también es miembro del Sistema Nacional de Creadores del Arte. Entre los libros de Armando Salgado están:
Cuadro de resiliencia (2021); Red border (2020); Tierras altas de Mato Grosso (2018); Los Perros Románticos (2019); La generación de la angustia: poetas nacidos entre 1936 y 1985 (2018); Relámpago Molido (2016); Hontanar (2015); Cofre de pájaro muerto (2014); Fiebrerías (2014); Estancia de ánimas (2013); Azogue Suite (2013); Corvus Suvroc (2012); Liturgias (2011); Casa de adobe (2015); Variaciones de una vida rota (2011); Mina. O cómo vivir en un tejado sin usar sombrilla (2016); Leoncito Rex (2016).
Para finalizar la entrevista, participó en la dinámica de “La llave mágica”, con la cual Armando Salgado dijo que abriría una puerta para que todos los niños tengan el derecho a estudiar lo que ellos decidan; que la educación siempre sea pública. “Deseo que nuestros niños michoacanos tengan grandes carreras y generen las condiciones para que Michoacán sea más grande de lo que ya es”.
