La Pàgina
Por Víctor Armando López
Morelia, Michoacàn.-Desde hace 30 años, con la llegada y novedad de los artefactos electrónicos, los juguetes tradicionales fueron quedando a la zaga. De ahí que hoy día sólo quedan en Michoacán 230 artesanos de este ramo, cuando antes casi en toda la entidad se fabricaban.
Actualmente los infantes ni siquiera conocen, ni saben cómo se usan o la diversión que pueden proporcionar los carros de madera, yoyos, trompos, pirinola y baleros, entre otros.
Bajo ese contexto, la Casa de las Artesanías de Michoacán lanzó el proyecto piloto “El juguete popular en tu escuela”, a través del cual se pretende no sólo incentivar la venta de los juguetes tradicionales fabricados con madera, sino principalmente inculcar la sana diversión a través de la imaginación.
Rafael Paz Vega, director de la Casa de las Artesanías de Michoacán (Casart), señaló que la globalización prácticamente arrinconó a los juguetes tradicionales, pues éstos no pueden competir con grandes empresas que tienen tras de sí toda una mercadotecnia.
“De ahí que lo que podemos hacer es que desde los hogares y en las propias escuelas se promueva la adquisición y uso de juguetes tradicionales, los cuales quizá no generen impacto, pero sí una diversión inolvidable”, detalló el funcionario.
En Michoacán actualmente existen 230 artesanos de juguetes tradicionales, los cuales se ubican en los municipios de: Ahuirán, Angangueo, Aranza, Cherán, Pamatácuaro, Paracho, Pichátaro, Quiroga y Uruapan. Lugares en lo que no se incrementa la venta de sus productos desde el 2012.
Sobre el programa pilóto “El juguete popular en tu escuela”, Paz Vega explicó que este proyecto consiste en llevar a las escuelas de educación básica, públicas y privadas, a los artesanos del ramo, para que en el propio centro educativo fabriquen los juguetes tradicionales, al tiempo que les enseñan a los alumnos la manera en que se usan. “Quizá parezca increíble en este momento, pero los niños de estas generaciones ni siquiera le saben poner la pita al trompo”.
El director de la Casart abundó que en esa escuela los artesanos vendieron 360 juguetes tradicionales, lo cual fue un buen inicio de este proyecto, pues no se tenía esa expectativa. Ese día los infantes pudieron comprar yoyos, baleros, pirinolas, carros y trompos a precios desde los 10 hasta los 25 pesos.
Para el desarrollo de este proyecto la Casa de las Artesanías solicitó a 33 escuelas con sede en Morelia permiso para poder llevar directamente a los artesanos. Hasta la fecha sólo se acudió a una, pero en lo que va de esta semana se pueden concretar dos casos más.
“Con que de las 33 escuelas nos respondan 15 que sí, el programa piloto tendrá éxito, pues en promedio se podrían colocar 5 mil 400 juguetes tradicionales, pero más allá de la venta el mayor logro es inculcar su uso y valor”, concluyó Rafael Paz.