Redacción/La Página.
Morelia, Michoacán.-El programa para la conservación de la tortuga negra que inició la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo en 1982, ha sido reconocido a nivel internacional como uno de los más antiguos y exitosos, esfuerzo que se refleja en la liberación de más de 5 millones de crías de entonces a la fecha.
Lo anterior quedó de manifiesto durante la ceremonia por los 30 años del Programa de Conservación de la Tortuga Negra, que fue inaugurada por el rector de esta Máxima Casa de Estudios, Salvador Jara Guerrero, quien explicó que dicho esquema ha sido, además de un asunto de conservación ambiental, un cambio cultural de varias comunidades indígenas de la costa michoacana.
El rector agregó que el hecho de que este trabajo haya sido exitoso a lo largo de 30 años habla de la excelente labor no sólo de la Universidad Michoacana, sino de los biólogos que han participado y sobre todo de las comunidades, que han sido ejemplo para los michoacanos y para todo México.
Por su parte, la directora del Instituto de Investigaciones sobre Recursos Naturales (Inirena), Ireri Suazo Ortuño, recordó que hace 30 años un grupo de biólogos de la UMSNH empezó una tarea que parecía una misión imposible: salvar a la tortuga negra de la extinción, pues los reportes eran que estaban siendo masacradas y sobre explotadas para extraer su huevo, carne y piel.
Es así, dijo, que 18 biólogos encabezados por Javier Alvarado Díaz, y la Cooperativa Pesquera Pómaro, iniciaron la labor contra el saqueo y contrabando que eran muy graves, y fue sumamente alentador encontrar comunidades receptivas que se sumaron a las tareas de conservación.
Externó el orgullo de que el programa pasó de ser responsabilidad de la UMSNH a estar bajo resguardo de las comunidades de Colola y Maruata, y desde 2004 el Grupo Tortuguero Colola, capital mundial de la tortuga negra y la Cooperativa Pesquera Pómaro-Maruata son los responsables directos de la conservación de esta especie, quedándose la Casa de Hidalgo con el compromiso de gestionar apoyos, dar asesoría técnica y llevar a cabo los trabajos de investigación.
Suazo Ortuño indicó que un programa de conservación nacido en el seno una universidad que ha pasado a las manos de las comunidades con éxito como se hizo con el programa tortuga negra, es ejemplo y modelo de conservación a nivel mundial, contando además con el apoyo de las agencias internacionales como el Fondo Mundial para la Conservación de la Naturaleza, o el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos, entre otros.
“Hoy podemos decir que después de 30 años, en las playas michoacanas, la tortuga negra se está recuperando”, afirmó la directora del Inirena.
A su vez, Carlos Delgado Trejo, actual coordinador del programa, hizo un reconocimiento a la determinación de las comunidades indígenas de Colola y Maruata por el esfuerzo de conservación de una de las especies de tortuga marina más importantes en el pacífico oriental.
En la misma región donde especies como la tortuga laúd y carey se encuentran en peligro crítico de extinción, según la Norma Oficial Mexicana y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, “los que hemos participado en este proyecto debemos sentirnos orgullos de que se ha convertido en uno de los más antiguos y exitosos de México y reconocido a nivel internacional por la constancia en el conocimiento y monitoreo de la población, y la decidida y comprometida participación comunitaria”.
Subrayó que la Universidad Michoacana ha contribuido de manera importante en la conservación de la tortuga en Michoacán, no sólo con actividades en las playas de anidación, sino en gestiones para su conservación como la promoción del decreto en el que se incluyen las playas de Colola y Maruata, principales lugares de anidación en el mundo, como área natural protegida.
Asimismo, dijo, se está impulsando en el Congreso del estado un punto de acuerdo para que se promueva un convenio interestatal con Sinaloa, Sonora, Baja California y Baja California Sur para la conservación de tortuga negra en el pacífico mexicano y que el 2013 sea declarado como el Año de la Tortuga Marina en Michoacán.
En el plano académico, abundó, en este proyecto se han generado 63 tesis de licenciatura, 16 de maestría, 7 de doctorado; se han publicado artículos científicos, libros a nivel nacional e internacional que han contribuido de manera importante para el estudio de la conservación de esta especie.
Este esfuerzo de 30 años, puntualizó, se refleja en los más de 7 millones de huevos protegidos de tortuga negra sólo en la comunidad de Colola y que se ha traducido en más de 5 millones de crías liberadas de 1982 al 2012.
Por último, el rector entregó reconocimientos a los miembros fundadores del programa.