Redacción/La Página
Morelia, Michoacán.-En afán de contribuir al rescate, promoción y preservación de las tradiciones propias de la entidad, la Secretaría de Pueblos Indígenas de Michoacán dio a conocer la Fiesta del Tacare, celebración heredada desde hace 200 años de generación en generación que tiene lugar en Tiríndaro, comunidad indígena de origen purépecha y perteneciente al municipio de Zacapu.
Esta festividad inspirada en la devoción, continúa reafirmando los valores humanos como la solidaridad entre familias y el respeto, aseguró Hermilo Alonso Téllez, representante de las autoridades civiles y responsable de la promoción y difusión cultural de la fiesta, quien explicó que desde el 15 de diciembre y hasta el año nuevo, miles de turistas y locales, visitan la comunidad para disfrutar de este acontecimiento cultural.
En conferencia de prensa, explicó que es costumbre que los jóvenes varones, participantes como jueces, se internen cerro adentro para encontrar abetos comunes y una planta conocida en la región como “flor de piedra” o musgo (tacare, de donde toma su nombre la fiesta) y el 16 de diciembre regresan con el material para vestir los nacimientos propios de la navidad. Ese mismo día por la noche inician los 9 días de posadas.
Alonso Téllez, agradeció el apoyo recibido por la Secretaría de los Pueblos Indígenas del estado, así como por las diversas dependencias que apoyan para la difusión de esta celebración.
Los esposos, Aideé Espinosa del Río y Pedro Bernabé Téllez, quienes desde hace 12 años esperaban ser anfitriones (cargueros) de esta fiesta y por fin lo lograron, explicaron que una de las costumbres de la es hacer confluir los recursos de los pobladores, para invitar comida tradicional, como churipo y corundas, a todos los asistentes a la conmemoración.
El 23 de diciembre, la actividad inicia a las 4 de la madrugada, donde los jóvenes acompañados por música de flauta y tambor, recorren el pueblo hasta llegar a casa de cada una de las juezas y las invitan a llevar el nixtamal al molino para obtener la masa con que se elaboran las corundas, y a los jóvenes se les invita para que partan la carne para cocinar el churipo.
Posteriormente las jovencitas ponen confeti a los jueces y les obsequian dulces, y finalmente les colocan cuelgas sobre los hombros de cada juez, sin que la banda de viento deje de tocar sones abajeños. Luego se reparte fruta a todos los asistentes y los jueces.
El día 25 de diciembre se reúnen personas y se visten de “tares” o “tarepeti” y “maringuías” y se encaminan primeramente a casa del niño, le cantan villancicos y le bailan la tradicional “Costilla”, “La calabaza”, “La botella” y más sones.
Al término de ello, los familiares de los jueces reparten atole y buñuelos a todos los presentes. Las actividades se extienden hasta el año nuevo.
Tiríndaro se localiza a 72 kilómetros de la ciudad de Morelia, por la carretera Morelia-Zamora, cuenta con servicios de autotransporte foráneo a todo el estado, y se ubica al sur de la ciénega de Zacapu. Tiene aproximadamente 4 mil habitantes.
Las principales actividades de la comunidad son la agricultura, la explotación ganadera y en menor porcentaje el comercio, sin embargo sus habitantes también elaboran artesanía de punto de cruz en aditamentos para la cocina y prendas de vestir.