La Página
Por VERÓNICA TORRES MEDRANO
Morelia, Michoacán.- Son las 8:16 de la mañana, del 9 de marzo, las puertas de la Secretaría de Educación del Estado (SEE) están abiertas y quien se encarga de cuidar, vigilar y alegrar el día, se encuentra al 100 por ciento. Peludo y de cuatro patas, es Checho, un lomito mestizo que hoy libró la muerte.
El nacido en el Taller de Mantenimiento de la SEE, es el primero en despertar y vigilar que todo esté bien para arrancar el día. Su lugar favorito son los jardines que se encuentran en los estacionamientos de la dependencia, pero el pasear y visitar cada una de las oficinas en el edificio central, es su pasión al recibir el cariño y amor que le dan los trabajadores y visitantes.
Los dos estacionamientos de la SEE están abiertos y Chencho se encuentra al interior del que se ubica sobre la calle Libertad de Derechos, en la colonia Sentimientos de la Nación. El carrito de tamales y atole está en la entrada del estacionamiento y la vigilante se acerca, Chencho la acompaña. Sin embargo, al percatarse de otro lomito cerca del carrito de comida, decide no salir y, pese a estar la barda, ladró por un rato.
Después de unos minutos, Chencho inició su recorrido y llegó al estacionamiento que está ubicado sobre la calle Liberales Insurgentes; ahí, el lomito se encontró con personas que le recordaron que la vida no solo es cuidar y vigilar, sino también de dejarse apapachar y rascarle la pancita.
Portando su identificación como trabajador de la Secretaría de Educación en el Estado, Chencho se presentó y con la mirada entre miedo y alegría, se acercó; dos llamadas y no hacía caso, no tenía confianza con la gente, y es que el moquillo lo mantuvo entre la vida y la muerte en semanas pasadas, poco a poco sale adelante.
A paso lento y la mirada temerosa, Chencho se acercó a un grupo de reporteras, quienes esperaban la salida del pull a Capula, la entrega de material de construcción en una primaria, era el trabajo del día.
De la nada, el lomito se dejó caer en una reporta, quien llenó de amor y olor; la confianza llegó y el miedo voló, el siguiente paso llegó.
Con el césped recién cortado, Chencho aprovechó y se echó; un poco de jugueteo y revolcarse en la tierra seca, fue lo que hizo, por lo que con eso dejó en claro que su amistad peluda es para todos.
Juan Dorante Reyes e Hipólito Moreno comentaron a LaPágina Noticias que Chencho nació en el Taller de Mantenimiento; su madre dio a luz en el lugar y se retiró, el único en quedarse ahí fue el lomito.
Un poco de ruido y llanto, dicen, fue lo que se escuchó durante 3 días hasta que se encontró al perrito recién nacido; medicamentos, atención y comida se la da todos los trabajadores, por lo que todos lo adoptaron como el vigilante de la SEE.
Su dormitorio es el Taller de Mantenimiento, lugar donde nació y todos los días recorre las instalaciones de la dependencia para recibir cariñitos y comida de todos los trabajadores y asistentes.
Los trabajadores aseguran que la SEE ya no ocupa pagar vigilantes, Chencho hace la labor, inclusive, dijeron, que, si una persona se estaciona frente o afuera de la dependencia, les ladra para evitar la acción.
Hoy, Chencho tiene 2 años viviendo en la Secretaría de Educación del Estado y es considerado mejor trabajador de cuatro patas que tiene la dependencia en materia de vigilancia.