Por DAVID ALEJANDRO DELGADO ARROYO
La pandemia de Coronavirus avanza en el mundo, producto de costumbres advertidas científicamente por un trabajo publicado en 2007 en la Revista “Clinical Microbiology Reviews” por Vincent C.C. Cheng, Susanna K.P. Lau, Patrick C.Y. Woo y Kwok Yung Yuen que concluyeron con la siguiente advertencia:
“La presencia de un gran reservorio de virus similares al SARS-CoV en los murciélagos de herradura, junto con la cultura de comer mamíferos exóticos del sur de China, es una bomba de relojería. La posibilidad del resurgimiento del SARS causado por otros nuevos virus de animales no debe pasar por alto, por lo tanto, es una necesidad estar preparados”.
El postulado fue utilizado en la película “Contagio” que se estrenó en 2011, pero al final nadie lo tomó en serio para cortar la posibilidad o advertir que en un mundo globalizado con frecuentes viajes internacionales puede ser un rápido camino de distribuir el virus en todos los rincones del planeta.
China y particularmente su provincia de Hubei han logrado controlar el coronavirus, en una sociedad cuyo sistema político fue en principio causa de su expansión por no reaccionar rápido debido a los anteojos ideológicos que evadieron las advertencias de sus propios médicos; pero también el sistema que puede imponer su autoridad e inclusive su autoritarismo que reduce al mínimo las libertades, entre ellas el derecho a la identidad, y la utilización de alta tecnología que permite la identificación facial y su correlación con registros públicos de la identidad de cada uno de sus ciudadanos hasta generar big data, lograron reducir prácticamente a 0 el crecimiento de la enfermedad.
Prácticas similares a China, en países asiáticos han también controlado la expansión del virus con practicas de altos costos como la aplicación de pruebas masivas acompañadas de la tecnología que fue más allá del derecho a la protección de datos personales de la ciudadanía, lograron aplanar la curva ascendente.
Desde hace varios años he estado convencido que los sistemas políticos que hacen privilegiar la igualdad por encima de la libertad, son más efectivos para el control de catástrofes; pero también es cierto que la limitación de la libertad socaba ese bien preciado por todo ser humano; tremendo dilema que solo una democracia madura puede equilibrar.
Sin embargo, estamos viendo como la enfermedad avanzó rápidamente en Europa, principalmente en Italia, impulsada precisamente por sociedades que aprecian del ejercicio de sus libertades y adicionados por sociedades en donde la pirámide poblacional ha generado el envejecimiento de la población. Pero ni siquiera las decisiones draconianas han logrado reducir a 0 el crecimiento.
Dato significativo que Italia con una población similar a la de la provincia China de Hubei, ha rebasado significativamente el numero de fallecidos que en toda China. España ya también rebasó en numero de muertos a China.
En los reportes de diversos sistemas, aún los que tienen un retraso en la información por la confirmación oficial como el de la Organización Mundial de la Salud; tenemos que ya el numero de casos crece a 42,000 al día y el numero de muertos ha llegado a los 2,400 en un día.
Estados Unidos rebasa a China en el número de casos y se convierte en el país del mundo con el mayor numero de casos y precisamente vecino de México con un alto flujo de tránsito, por lo que la medida de recomendar quedarse en casa a los migrantes en el lugar donde residen en los Estados Unidos es una medida muy pertinente para México que apenas ha iniciado el ascenso de la curva de la enfermedad.
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- David Alejandro Delgado Arroyo. Es vocal ejecutivo de la Junta Local del Instituto Nacional Electoral en Michoacán.