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CRÓNICA. Niños armados de pijamas y peluches asisten valientes a que los vacunen contra el Covid-19

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Por VÍCTOR ARMANDO LÓPEZ

Morelia, Michoacán.-Una lluvia ligera no es suficiente para espantar a las 100 personas que hacen fila para poder vacunar a los niños de 5 a 11 años de edad en contra del Covid, en Morelia, Michoacán.

Son las 5:00 am. La penumbra reina en el ambiente. La esperanza de proteger a los hijos en contra del “mal bicho” que nos azota desde hace dos años, se ubica exactamente a las afueras del estadio de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, sobre Calzada La Huerta.

Algunos adultos llegan en su automóvil y desde ahí esperan, le piensan por la lluvia. Otros a pie, unos más llevan sus sillas plegables y sombrillas. Pero hay confusión: ¡Son tres entradas en la UMSNH! Se organizan igual número de filas, cada una de ellas sostiene su verdad: ¡Aquí va a ser! Pero nadie informa, y los diálogos en las filas sirven más para la confusión y frustración.

Pero en un momento los integrantes de dos filas toman la decisión. Caminan y corren rápido hacia la entrada de la Calzada La Huerta. Ahí será el punto exacto. Y ya en la nueva fila, la comidilla: “¡Pinche desorganización! ¡Nadie dice nada! ¡Llegué de madrugada y me formé allá, para que ahora sea acá!

Este hecho es histórico, pues por primera vez se vacuna contra el Covid-19 al sector más vulnerable, al que la pandemia le ha robado convivencia con sus amigos, con sus familiares, con sus profesores, y desarrollar los juegos que habitualmente celebraba. ¡Les ha robado dos años de su infancia!

La avanzada para formarse en la fila la encabezaron principalmente los padres, pero también hubo buen número de mujeres. Todos bien abrigados. Y también desde las primeras horas llegaron valientes niños, portando cobijas, pijamas y armados de valor con la complicidad de sus inseparables muñecos de peluche.

Foto ACG

Transcurren los minutos. Hace frío y no se ve para cuándo vayan a abrir la puerta y se inicie con la vacunación.

¡Por fin salen algunas mujeres portando chaleco color “kaky” con grabados del escudo de México. Gritan a la fila: “Llenen sus formatos y ténganlos a la mano. Los papás con credencial de elector en la mano”. Abren la puerta, los niños se van preguntando si dolerá, algunos le recomiendan a sus padres: “Me abrazas cuando me la pongan”. Otros avisan: “Tengo miedo”.

Fue el pasado 25 de junio cuando llegaron a Michoacán las primeras 84 mil dosis de vacuna Pfizer contra el Covid-19, para niños de 5 a 11 años. Se inicia su aplicación en la capital y posteriormente al interior del estado. En Morelia la aplicación será del 28 de junio al 1 de julio, para lo cual se habilitaron cuatro módulos: 1) Unidad Deportiva “Ejército de la Revolución” (Estadio “Venustiano Carranza”); 2) Colegio de Morelia (Polifórum); 3) Explanada del Estadio “José María Morelos”; y, 4) Ciudad Universitaria.

Niños y padres de familia avanzan en la fila. Comienzan las indicaciones para ubicar a los próximos “piqueteados”. Ya todos están sentados, tardan algunos minutos los médicos y enfermeras en organizar cómo desarrollarán la aplicación.

Foto ACG

Cuando comienza la aplicación a los niños de hasta adelante, los demás exclaman: “Ahhhhh”, “¡Ahí vienen!”, así como gritos de diversos tipos y tonos, pero todos identificados con la incertidumbre, el miedo y en algunos casos hasta pánico.

Avanza la aplicación, algunos padres toman fotos de sus hijos haciendo gestos, mientras entra la aguja en sus bracitos izquierdos. Unos sientan a sus vástagos en las piernas, pues al aproximarse el piquete quieren correr. También hay gritos desesperados y llanto de grandes decibeles al momento de ver llegar al doctor o enfermera, la mayoría de niños, pero también algunos papás dejan caer las de San Pedro.

Sale la primera tanda rumbo a la calle. Ya hay mayor probabilidad de que los infantes no se contagien del “mal bicho”, pero sigue la incertidumbre, pues no se sabe cuál será la reacción de los infantes con la vacuna. Una voz por medio de una bocina los despide: “Les va a doler el brazo…no pasa más. Pero pónganse alerta si a los niños les de vómito o si se llegan a desmayar. Los llevan de inmediato al sector salud”.

Foto ACG

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