La Página
-Día a día en las diferentes regiones de México se hace evidente la presencia de migrantes centroamericanos quienes, al no poder cruzar la frontera con Estados Unidos, permanecen en territorio nacional sin expectativa alguna de desarrollo
En México resulta urgente la instrumentación de una política efectiva para atender la creciente inmigración, con un puntual respeto a los derechos humanos, recalcó el diputado Víctor Manríquez González, presidente de la Comisión de Migración de la LXXV Legislatura del Congreso del Estado.
El diputado coordinador del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, apuntó que día a día en las diferentes regiones de México se hace evidente la presencia de migrantes centroamericanos quienes, al no poder cruzar la frontera mexicana con Estados Unidos, permanecen en territorio nacional sin expectativa alguna de desarrollo.
“Lamentablemente vemos cómo el Instituto Nacional de Migración, ha venido diseminando por el país a estos migrantes para realizar los trámites de su visa humanitaria, sin información alguna de los lugares a los que se les envía y sin condiciones mínimas para que encuentren al menos un albergue en el que puedan pasar la noche”.
Víctor Manríquez, lamentó que el triste papel asumido por el Gobierno de la República como portero del patio trasero de Estados Unidos, ha derivado en una crisis humanitaria, en donde miles de migrantes permanecen a la deriva en territorio mexicano.
“La violación de los derechos humanos de los migrantes centroamericanos, se asemeja a la que viven nuestros paisanos que trabajan o radican en Estados Unidos, con la agravante de que las condiciones para el desarrollo en México suelen resultar mucho más adversas”.
Apuntó que el Gobierno de la República ha replicado medidas que por años desde México se han condenado por parte de Estados Unidos en el trato con nuestros migrantes mexicanos en ese país.
“Vemos persecución y discriminación, además de la ausencia de una política efectiva de atención a este fenómeno; los migrantes provenientes de Centroamérica tienen que peregrinar con sus familias sin atención alguna más que aquella que les provee la sociedad civil organizada”.
