La Página
Por VERÓNICA TORRES MEDRANO
Tzintzuntzan, Michoacán.-Con las Yácatas de Tzintzuntzan de escenario y una ceremonia inicial con saludo a los cuatro puntos cardinales, inició la K’uínchekua, la fiesta de Michoacán.
La historia de la creación de Michoacán y la Uárakua (juego de pelota Purépecha) fue la bienvenida a los asistentes a este evento cultural que, por primera vez, muestra cada una de las regiones del estado, su cultura, sus tradiciones, sus orígenes.
La “Danza del Torito de la Chanantskua”, de la comunidad de Jarácuaro; “Los Pifaneros” de Cucuchocho; y, Coro de Santa Fe de la Laguna; así como “La Danza del Pescado”, de Janitzio, retumbaron en el escenario.
La Orquesta Antigua del Quinceo, la Danza de Tumbís, la Orquesta de Cuerdas Corcoví de Charapan, también se hicieron presentes.
Los vestuarios, los colores, los instrumentos, los bailes hicieron juego en el escenario durante 3 horas que duró el espectáculo, el cual mostró cada uno de los rincones del estado.
Niños, adolescentes, adultos, personas de todas las edades aplaudieron cada uno de los actos que se presentaron. Los artistas mostraron sus dotes y enorgullecieron a los asistentes con su habilidad en el baile y canto, mostrando las raíces de Michoacán, su cultura, usos y tradiciones.
El cielo se iluminó, los fuegos pirotécnicos engalanar con el espectáculo. Mientras que los trajes típicos y el montaje de la producción hicieron lo propio en el escenario.
Con “La Danza de las Panaderas de Tarecuato” voló pan desde el escenario al público. Todos con las manos enfrente, esperando alcanzar una de las piezas. Al final de su participación, obsequiaron esta delicia culinaria al público.
El Grupo Erandi hizo lo propio con “Arriba Pichátaro”, seguido de la Danza de Kúrpites de San Juan Nuevo y, “Los Nocheros” de Nurío.
Los Viejitos de Jarácuaro no faltaron a la fiesta más importante de Michoacán, al igual que la Orquesta Filarmónica de Tzintzuni, quien de la mano de Juan Bosco armonizaron el lugar con cantos representativos de la entidad. También participaron el Conjbti de Tamborita Ajuchitlán y el Conjunto de Arpa Grande El Lindero, la Banda Infantil de Tiríndaro, la Danza de los Tlahualiles y el Mariachi Juvenil Galleros.
El espectáculo de drones hizo presente, iluminando el cielo con figuras representativas del estado y al son del mariachi hicieron cantar al público “Caminos de Michoacán”. Los toritos de petate no se quedaron atrás.
El final mostró la riqueza del estado en su cultura, usos y costumbres. Las tradiciones que marcan la identidad de la entidad, de los michoacanos.
Algunos detalles se presentaron durante el espectáculo, tales como pequeñas fallas de sonido, cuestión a la que sólo se le invirtieron segundos para encontrar la solución. Pero el espectáculo nunca paró.
En la entrada a la zona arqueológica de las Yácatas de Tzintzuntzan, jóvenes estudiantes de la Ribera de Pátzcuaro personificaron las costumbres indígenas de la zona. Fue parte de la bienvenida a todos los asistentes.
Bufandas, chamarras, suéteres y rebozos desfilaron ante las bajas temperaturas que se presentaron en la zona. Sin embargo, no fueron suficientes y muchos asistentes, principalmente niños, abandonaron el lugar.
Hubo muchos asistentes sin guardar la sana distancia, pese a que estaba especificado cada uno de los espacios para el público. También, hubo otros que no respetaron el horario del evento y llegaron tarde, pasando frente a la gente.
Estas fueron algunas de las observaciones que se hicieron, las cuales esperan mejorar en los otros dos días de fiesta.