Uno de los más bellos edificios de esta tierra sagrada es sin duda el Palacio Postal el cual fue inagurado el 17 de febrero de 1907 por el General Porfirio Díaz. Esta efeméride es un excelente pretexto para escribir unas líneas dedicadas a el fantasma de correos.
Este fantasma no era un ser de otro mundo, era una mujer de edad avanzada que tenía el rostro maquillado con polvos blancos tan blancos que parecía un fantasma, los que alguna vez la vieron afirman que esta mujer vestía con ropa pasada de moda, que aprovechando las sombras de la noche se escondía afuera del Palacio de Correos para ofrecer sus favores carnales a los jóvenes que pasaban por ahí.
Algunos cronistas se atrevieron a afirmar que el fantasma de correos era Nahui Olin que buscaba hombres para satisfacer su lujuria. Algo que los biógrafos de esta hermosa mujer se han encargado de desmentir últimamente.
No falta tampoco el despistado que asegura que Pita Amor era la mujer de rostro blanco que perseguía a los jóvenes, y bueno podría ser, sólo que Pita Amor no salía de la Zona Rosa, donde transitaba vendiendo sus extraordinarios poemas de café en café o de bar en bar con bastón en la mano para golpear al pobre mortal que se le atravesara, y el fantasma de correos no usaba bastón, así que tenemos que no, Pita Amor tampoco fue el fantasma de correos.
Los vecinos de la zona cuentan que el fantasma de correos era una anciana que a pesar de su edad seguía ejerciendo la profesión mas antigua del mundo, que vivía en las calles de República de Cuba o en la Plaza de las Vizcaínas porque hacia allá dirigía sus pasos cuando terminaba la jornada laboral. Que salía entre las sombras cuando veía un posible cliente, la mayoría de ellos salían corriendo despavoridos al ver semejante visón. Sea quien fuera la mujer, gracias por heredamos un misterio más de esta tierra sagrada.