La Página
Por VERÓNICA TORRES MEDRANO
Morelia, Michoacán.-El primer militante de Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) es Alfredo Ramírez Bedolla, quien ha tenido que luchar para posicionarse arriba. No se esperaba que fuera a ser el candidato a la Gubernatura de Michoacán, menos se vislumbraba como mandatario estatal.
Ser uno de los fundadores del movimiento guinda y contar con el apoyo del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, forma parte de los puntos que ha ganado el mandatario.
Ser diputado local en la LXXV Legislatura de Michoacán y haber sido el primer candidato a la Presidencia de Morelia (2015) forman parte de los puntos del mandatario estatal, además de trabajar con el López Obrador en diversos cargos en la función pública y la vida partidista.
En el proceso electoral 2020-2021, Ramírez Bedolla buscó ser el candidato a la Presidencia de Morelia por MORENA, el cual se le otorgó a Iván Pérez Negrón.
La sorpresa se dio al momento que el Instituto Nacional Electoral (INE) negó el registro a Raúl Morón Orozco como candidato al Solio de Ocampo lo que obligó a que MORENA designará a otra persona. El Presidente de México tuvo mano en el tema y la consigna de “un fundador será gobernador” se cumplió.
Desde que se dio a conocer la candidatura, así como el gane de la elección, el partido político se ha movido a través de la mano de Alfredo Ramírez, más cuando se dio la salida de Raúl Morón Orozco como delegado nacional con funciones de dirigente estatal y que únicamente generó conflictos con el Consejo.
Y fue la imposición de Giulianna Bugarini Torres la que dejó en claro que ser el primer militante de MORENA tiene sus recompensas.
A ella se le pidió unir a la militancia que se vio dividida con la designación de Alfredo Ramírez Bedolla como candidato en sustitución de Raúl Morón, pero además, por las diversas Imposiciones que se vieron en las candidaturas.
La relación con los integrantes del Consejo Estatal tampoco mejoró, inclusive fue este el que designó a una nueva dirigente con los votos de los consejeros. Ana Lilia Guillén hoy se proclama como presidenta legítima en Michoacán. Sin embargo, ni la Dirigencia Nacional, menos Alfredo Ramírez Bedolla, la reconocen como líder.
Giulianna Bugarini Torres estuvo al frente del Partido y hasta consiguió nuevas instalaciones, luego de que el Consejo Estatal se apoderara del edificio que se tenía en el Centro Histórico.
La mano de Alfredo también se vio en la elección de los consejeros, donde tanto él, así como del secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña, lograron posicionar a su gente, lo que permitió que la designación del dirigente estatal estuviera planchado previo a la elección.
Juan Pablo Celis Silva también forma parte del equipo de Alfredo a Ramírez Bedolla y quien antes de ser el dirigente, era el único regidor de MORENA en el Ayuntamiento de Morelia.
Juan Pablo Celis tuvo una oportunidad para alzarse en el partido. Sin embargo, lo único que logró fue desunir a los propios diputados por cobijar a alguien que hoy es señalado por presunto corrupto.
Su falta de operación para evitar una desbandada obligó a que interviniera Alfredo Ramírez Bedolla, de los 4 que se iban, 3 regresaron ante el regaño del mandatario y una, se encuentra en vilo y en espera que retorne si las condiciones son los idóneos.
Estos tres actos que ha habido en MORENA se ha visto clara la mano del mandatario, quien al ser el primer militante, su voz es la primera en escucharse, no sólo ahí, sino también en gran parte del Congreso Local.