Por Víctor Armando López.
En una charla por ahí se lanzó la pregunta ¿Cómo va el trabajo en Michoacán? La respuesta fue con algo de ritmo: “Pues esto no acaba, un pasito adelante, pero luego dos para atrás”.
E inmediatamente el planteamiento sirvió para hacer conclusiones a modo de pregunta, para sólo esperar afirmaciones: “¿Esos partidos de oposición que no dejan hacer nada verdad? ¿Esa burocracia todo lo enreda? ¿Puras marchas y plantones? ¿No baja para nada la delincuencia?
Quizá en parte hay razón, pero lo que está pesando más es la actitud de nosotros los michoacanos ante todo. Y es que ante la mala situación financiera, las escasas oportunidades de desarrollo, la corrupción, el subterráneo nivel educativo y el casi nulo uso del sentido común, nos ha llevado a un hartazgo. A estar en contra de todo y a favor de nada, y a tener como carta de presentación una queja y un: “No” anticipado.
Por ejemplo, siempre los académicos se quejan de los gobernantes; los del PRD se quejan del PRI, éstos lo hacen del PAN, y ellos no se quedan atrás y le tiran a los primeros: Luego los ciudadanos se lamentan de quienes llegan al poder, pero para ello votaron, o si dejaron de hacerlo pues ni calidad de crítica tienen pero lo hacen. Y así el círculo de todos contra todos sigue su curso. Ah ¿Y Michoacán?
Más allá de la forma en que Salvador Jara Guerrero haya sido designado gobernador de la entidad, de que se le quiera poner en tela de juicio porque tiene relaciones con los perredistas, con los panistas, con los priístas y demás, lo que necesita es que como ciudadanos nos sumemos al trabajo de sacar adelante a nuestra entidad, cada uno desde la trinchera combativa de la construcción, pues ya destruidos nos dejaron.
Ahora vamos a levantarnos, pero no con discursos; no componiendo el mundo con guerrilleros de café; no con jóvenes conformistas modelo “Ninis”. Hay que meter las manos en el trabajo.
Sin van a criticar a Salvador Jara por sus relaciones con los partidos políticos, pues también reconózcanle que éstos lo han buscado por ser un hombre inteligente que los puede guiar.
¿Por qué los priístas no están conformes con que se haya designado como gobernador a un académico que no tiene trayectoria en el Tricolor? A caso se les olvida que la mayoría de sus funcionarios, representantes populares y militantes traicionaron la confianza que les dio la sociedad para gobernarla y representarla. No olviden que hay varios en investigación y habrán de saludar al sol ya nada más por plática.
¿Por qué los perredistas dicen que hay un “intervencionismo” en Michoacán por parte de la federación y del comisionado Alfredo Castillo? ¿Por qué reclaman que se le está dando trabajo a gente del Estado de México en lugar de a la de Michoacán? A caso olvidan que en sus administraciones se pagó a asesores extranjeros y de otras partes del país. Que se contrató a decenas de cubanos en diversas ramas de la administración cuando había gente más talentosa en lo local. O a lo mejor quieren que la gente no se acuerde que les brindaban camionetas a los estudiantes de la CUL para que promocionaran la llegada de estudiantes de muchas entidades de México a la Universidad Michoacana, dejando sin oportunidad a los estudiantes de aquí.
¿Porqué los panistas exigen que Salvador Jara cambie a todo funcionario de alto y mediana responsabilidad, así como a personal de diversas áreas de gobierno? A caso se les olvida que atiborraron la Comisión Estatal de Derechos Humanos de militantes panistas, diputados en su momento, recomendados y familiares de los mismos, y que de ahí su parcial actuar. O quieren que nadie se acuerde que en todas las delegaciones federales de Michoacán la mayoría de trabajadores son del PAN. ¿También hay que correrlos a ellos porque ahora gobierna otro partido?
¿Y por qué los ciudadanos, con toda razón, reclamamos que se hubiese instalado una exposición de fotografías de mundiales de futbol en el Acueducto de Morelia, y presionamos hasta que se quitaran. Y no hicimos lo mismo con los aficionados que fueron a celebrar sobre la Fuente de Las Tarascas el triunfo de la Selección Mexicana?
¿A caso ese emblemático lugar no merece respeto? ¿Es tanto el furor futbolero que permitimos que vándalos alcoholizados destruyan nuestro entorno? ¿O por ser aficionados a este deporte debemos perdonar que irrespetuosas conciencias atenten contra los inmaculados senos de nuestras monumentales damas? Fotos y video de estos atentados también hay. Se les debe castigar, no sólo a políticos corruptos, también a los malos ciudadanos. A los que a todo dicen no, menos a lo que les conviene.
Michoacán, nos necesita.