La Página
Morelia, Michoacán.- Ante la incertidumbre en la que viven nuestras instituciones, principalmente el Instituto Nacional Electoral (INE), he decidido alzar la voz para que terminen, de una vez por todas, estos constantes ataques. El INE ha sido vilipendiado desde todos los flancos, pero principalmente de parte del gobierno federal, pues son los malos funcionarios, esos que distorsionan la información que le llega al presidente de la república mexicana, los que se han encargado de girar la balanza a su favor. La libertad de elegir con nuestro voto el futuro que queremos está en peligro.
Así mismo, Morena ha utilizado su posición de partido hegemónico para manipular a las autoridades del Tribunal Electoral, no se han cansado de meter las manos para influir en las decisiones del aparato encargado de las elecciones en Michoacán y en México, y lo han hecho con total descaro, a plena luz del día.
Yo, Mercedes Calderón García, como candidata a la gobernatura de Michoacán por el partido Movimiento Ciudadano, rechazo todas las malas prácticas que el presidente municipal de Morelia con licencia, Raúl Morón, ha llevado a cabo para mantenerse en la competencia política. Porque si el INE sancionó, lo hizo por algo.
Alzó la voz como el resto de lxs michoacanxs para exigir certeza y transparencia en los procesos. Los pactos patriarcales y de poder no caben aquí, ¿Eso es lo que nos merecemos los michoacanos? Yo digo que no, un rotundo no. Volteemos a ver a la capital del estado, la inseguridad es más fuerte que nunca, el crimen organizado reina en Morelia, las obras están inconclusas, los funcionarios del ayuntamiento se dedicaron durante tres años a hacer campaña por su “jefe”, los feminicidios se duplicaron, la pobreza se extiende por toda la periferia.
Ante este desaseo, les pido a todxs lxs michoacanxs que reflexionen su voto, los conmino a que pensemos juntos en un verdadero cambio para que nuestra voz se escuche en Palacio Nacional. Señor Presidente, somos un movimiento de ciudadanos capaces, que puede ayudarle a hacer las cosas bien, ante un gabinete insensible a realidad que vivimos e incapaz de resolver la problemática que nos aqueja.
