La Página
Por VERÓNICA TORRES MEDRANO
Morelia, Michoacán.- “Los Caprichos de Goya” es lo que da nombre a la exposición que se está presentado a partir de este 23 de agosto hasta el 7 de noviembre, en la Sala 3, del majestuoso Centro Cultural Clavijero.
Hablar de los vicios humanos del siglo XVIII y XIX, pero que a la fecha siguen vigentes, es la muestra que tendrá esta obra, resaltó la subdirectora del Centro Cultural Clavijero, Ireri Ortiz Silva, al precisar que Francisco de Goya es uno delos artistas más importantes del arte español e icónico en el universal.
Este martes, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, y la presidenta del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Michoacán, Grisel Tello Pimentel, inauguraron la Sala de exposición, en compañía de los integrantes de Fomento Cultural de City Banamex, institución financiera que aportó la mayor colección privada que se tiene del artista español Francisco de Goya.
Con su obra en grabado en agua fuerte, punta seca, refirió que la exposición está abierta al público a partir de este martes 23 de agosto hasta el 7 de noviembre, la cual cuenta con 80 grabados que invita a reflexionar sobre los “vicios humanos” que se tenían a finales del Siglo XVIII e inicios del Siglo XIX, pero que, a la fecha, dijo, todavía están vigentes.
“Francisco de Goya es uno de los artistas emblemáticos del arte español y una de las figuras icónicas del arte universal. Es un lujo para aprovechar ver estas colecciones y serie completa que en pocos lugares se exhibe”, resaltó.
Este acervo, refirió, es en colaboración con Fomento Cultural de City Banamex, institución con quien se busca tener mayores convenios de intercambio en materia de cultura. El Gobierno de Michoacán, dijo, apoyó en la remodelación de la Sala, para contar con las condiciones adecuadas de humedad y temperatura, así como las mamparas y la museografía adecuada para su instalación.
De acuerdo a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Los Caprichos de Goya “ejemplifican un mundo en crisis, entendida esta idea en el sentido de cambio. Conceptualmente revelan las fisuras de una estructura sociopolítica basada en una anquilosada estratificación estamental, y de un sistema de valores fundamentado en el inmovilismo de las costumbres y la tiránica opresión religiosa de las conciencias”.
Mientras que el anuncio que apareció en el Diario de Madrid, el 6 de febrero de 1799, sobre la salida a la venta de Los Caprichos, atribuido a Leandro Fernández de Moratín, especifica, “colección de estampas de asuntos caprichosos, inventadas y grabadas al agua fuere por Don Francisco de Goya. Persuadido el autor de que la censura de los errores y vicios humanos (aunque parece peculiar de la eloqüencia y la poesía) puede también ser objeto de la pintura: ha escogido como asuntos para su obra, entre la multitud de extravagancias y desaciertos que son comunes en toda sociedad civil, y entre las preocupaciones y embustes vulgares, autorizados por la costumbre, la ignorancia, o el interés, aquellos que han creído más aptos para suministrar materia para el ridículo, y exercitar al mismo tiempo la fantasía del artífice”.