La Página
Por Víctor Armando López.
Morelia, Michoacán.-Después de haber sido por tres años consecutivos la ciudad más visitada de México, sin contar los destinos de playa, hoy el Centro Histórico de Morelia está convertido en un mercado sobre ruedas en donde los olores fétidos, la suciedad, las pintas y todo tipo de contaminación predominan.
Aunque aún no hay cifras oficiales, hoteleros de la zona ya informan que hay cancelaciones en las reservaciones, tanto para el puente largo de este fin de semana, como para las vacaciones de Semana Santa, todo a consecuencia del plantón que encabezan los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, con el apoyo de pseudoestudiantes normalistas, en protesta por la Reforma Educativa.
Hoy ya no se puede hablar de un Centro Histórico de la Morelia Señorial, sino de un espacio donde impera la impunidad, pues no hay autoridad que quiera aplicarles la ley a estos manifestantes, con todo y que es más la gente perjudicada y que también se le están vulnerando sus derechos al libre tránsito y a la seguridad.
La avenida principal de la ciudad y las calles aledañas están llenas de casas de campaña, automóviles estacionados en la zona propiedad de los mismos manifestantes, así como por decenas de vendedores ambulantes que encontraron ahí su nicho de oportunidad.
En la conocida Avenida Madero, a las afueras del Congreso del Estado y a una cuadra del Palacio de Gobierno, se puede encontrar venta de plantas, discos, fundas de teléfonos celulares, lentes, gorras, cacahuates, aguas, frutas, cinturones y joyería de pedrería, entre otros. Incluso, si a usted le gusta que le digan su futuro, ahí también puede encontrar al merolico que pone a trabajar al “pajarito de la suerte”.
Y si se fija bien, verá que están ofertando camas para los manifestantes, pues a razón de 10 pesos puede adquirir cajas de cartón que así están siendo ofertadas.
Hay que recordar que Morelia fue la ciudad más visitada de México en 2005, 2005 y 2007, pero a partir de 2008 empezó la debacle, y precisamente a consecuencia de los profesores de la CNTE, ya que en ese año su ahora exlíder Artemio Cruz, también conocido como “El Muñeco”, junto con varios de sus compinches se hicieron crucificar de manera simbólica en el centro de la capital, lo que arrojó un escenario de una ciudad insegura y sin aplicación de la ley, además de que meses adelante se registraron los granadazos que aventaron durante la noche en que se conmemoraba el Grito de Independencia.