Por JOEL ALEJANDRO ARELLANO TORRES
Jugando a ganar dinero, lejos de estar al frente de una pantalla de videojuegos, es la forma que Carlos, un niño nacido en el sureste mexicano, mejor conocido como “El Tiburón” busca sobrevivir día con día.
Con la ayuda de su familia, y toda una actitud emprendedora, este niño originario de Huimanguillo, optó por crear su marca de botanas, y lanzó “Tiburonsín” en honor a su apodo.
Hábil y sagaz como un escualo, “nada” todos los días por las calles y espacios públicos, no para pedir una moneda, sino para ofrecer su bolsa de botanas, que le permiten sobrevivir en este mar de necesidades.
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Carlitos ‘El Tiburón’ de Huimanguillo, es un ejemplo de esfuerzo y dedicación en esta ciudad tabasqueña, donde la esperanza se vende cara, y el bienestar sólo queda en politiquería.