Por MARIO ENSÁSTIGA SANTIAGO*
Larga, sacrificada y olvidada ha sido la historia de la lucha de las mujeres por gozar de la plena ciudadanía en México, que no sólo implica el derecho a votar y ser votadas, la lucha de las mujeres por la más amplia gama de derechos humanos de última generación, continua y está viva hasta nuestros días del México del siglo XXI, ahora me limito a comentar de como hace 70 años lograron que se les reconociera a nivel nacional el a votar y ser electas, y la importancia política que tiene en la construcción de una sociedad democrática y progresista.
El 7 de octubre se celebró por muchas instituciones y en los siguientes días lo harán otras, organismos como el INE, el Tribunal Electoral, gobiernos de los estados, congresos locales, partidos políticos, organismos de la sociedad civil como las colectivas etcétera, los 70 años de que la lucha iniciada por mujeres comunistas feministas y mujeres demócratas, del derecho a votar y poder ser elegidas.
Se sabe que el antecedente registrado más distante data de 1824, cuando un grupo de mujeres zacatecanas solicitaron ser reconocidas como ciudadanas, posteriormente en 1856, 81 mujeres solicitaron al Congreso Constituyente se les reconociera sus derechos políticos, fue hasta muy iniciado el siglo XXI, que en el estado de Yucatán surgiera una gran participación de las mujeres feministas lideradas por mujeres socialistas como Hermila Galindo y Elvia Carrillo Puerto, hermana del gobernador de ideas socialistas del estado de Yucatán.
En 1916 el movimiento de mujeres yucatecas organizo y celebro por primera vez en México, dos congresos feministas en la ciudad de Mérida, en el primero de ellos se aborda la necesidad de la educación de las mujeres y en el segundo, el voto de las mujeres y como podrían participar activamente para obtener tan importante demanda política, los acuerdos del segundo congreso lograron que las autoridades del estado les reconocieran el derecho a votar para elegir a gobernantes, no así para poder ser candidatas, sobre el argumento de que las mujeres no estaban preparadas en ese momento para ser representantes de elección popular.
Sin embargo, Elvia Carrillo Puerto mujer de sólidas convicciones socialistas y de las causas de las mujeres, en 1922 fue candidata y electa como diputada local, cargo que después de casi 2 años tuvo que abandonar por las amenazas de muerte que le hicieron los conservadores y reaccionarios de esos tiempos; en 1922 Rosa Torres González es la primera mujer mexicana en ocupar un puesto de elección popular al ser regidora propietaria por el Ayuntamiento de Mérida, así fue como las mujeres empezaron a acceder a los distintos espacios del poder político público.
En el estado de San Luis Potosí a instancias del gobernador constitucionalista Rafael Nieto, se aprueba la ley que permitió a las mujeres que supieran leer y escribir participar en los procesos electorales municipales de 1924 y en los estatales de 1925.
En 1935 Aurora Meza Andraca, fue nombrada presidenta del Concejo Municipal de Chilpancingo, cargo del que tomó posesión el 1 de enero de 1936, fué por tanto, la primera mujer en la República Mexicana y en América Latina, desempeñó el cargo de Presidenta Municipal.
Los anteriores antecedentes empezaron a repercutir en otras partes del país, por ejemplo en 1937 Refugio García lanzo su candidatura como diputada federal independiente en Uruapan, Michoacán, aunque ganó las elecciones no se le reconoció el triunfo por el hecho de ser mujer, sin embargo en 1938 hizo la petición de que se hiciera la reforma del artículo 34 de nuestra Constitución para el reconocimiento de la ciudadanía de las mujeres y su derecho a votar y electas a distintos cargos de elección popular.
Durante el gobierno de Lázaro Cárdenas del Río, las mujeres lograron que se aprobara por el derecho de las mujeres a votar en 1940, sin embargo, dicho acuerdo nunca se publico porque el gobierno tuvo el temor de que las mujeres votaran por la derecha en las próximas, en el siguiente sexenio ocurrió un repliegue del movimiento feminista revolucionario, el presidente Manuel Ávila Camacho tuvo publicó la reforma del voto femenino a nivel municipal.
El 24 de diciembre de 1946 la Cámara de Diputados apruebo la iniciativa enviada por el presidente Miguel Alemán, en la que se adicionó al Artículo 115 Constitucional, que entró en vigor el 12 de febrero del siguiente año, estableció que en las elecciones municipales participarían las mujeres en igualdad de condiciones que los varones, con el derecho a votar y ser elegidas.
El derecho de las mujeres a votar a nivel nacional, primero fue en el ámbito municipal en 1947, una vez más reconocemos que los grandes procesos y transformaciones democráticas y progresistas de México, antes que en el orden federal y de los estados, ha sido invariablemente desde lo local, desde los municipios, así fue en la Independencia, en la Reforma y la Revolución y en la larga e inacabada transición política democrática de México.
Adolfo Ruiz Cortines en su campaña por la Presidencia de la República asumió el compromiso de impulsar la aprobación del sufragio en las elecciones federales y estatales, razón por la cual participaron miles de mujeres que expresaron su apoyo, al día siguiente de tomar posesión del cargo público el 17 de octubre de 1953 Ruiz Cortínez cumplió el compromiso con su compromiso
Las feministas hasta la fecha han continuado con su largo batallar para alcanzar sus viejos y nuevos derechos humanos para seguir promoviendo cada vez más la conquista y amplitud de sus derechos, el florecimiento del feminismo sufragista mexicano, es otra de las grandes historias del pueblo de México por la democracia, la justicia, el combate a las desigualdades y la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres, al igual que otras luchas que han encabezado las feministas y recientemente mujeres que no necesariamente lo son, luchas históricas iniciadas desde izquierda, reivindicando demandas en otros importantes campos, como el laboral, como el derecho a salarios igualitarios, cuando son trabajos iguales a los de los varones, el derecho a tener una vida libre de violencia, el derecho al aborto, a los matrimonios igualitarios, contra los feminicidios y la cultura y sociedad patriarcal.
En los actuales tiempos a nivel mundial los movimientos de las mujeres son los más constantes y vigorosos que el de otros sectores o grupos de la sociedad, no es simplemente un eslogan de campaña electoral, en verdad son tiempos de las mujeres.
________________________________
* Mario Ensástiga Santiago. Es ingeniero por el IPN, además de realizar estudios en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, y una maestría en Desarrollo Urbano. Ha militado en la izquierda durante 45 años. Fue secretario ejecutivo del Centro de Desarrollo Municipal (Cedemun) y asesor de diversos gobiernos municipales.