Por Adriana Hernández Íñiguez*
“Mujer de las mil batallas…un pasito más, que sí se puede…y sigues tan bonita como ayer.
No te sientas sola, contigo estoy”
Manuel Carrasco
Cuando una mujer se encuentra en el proceso de combate al cáncer de mama desarrolla una lucha por la salud que pareciera eterna, una vez que también se invade mente y corazón.
Entre cansancio, mareos, dolores, hospitales, inyecciones y quimioterapias, se tiene que construir una esperanza. A muchas les toca solas librar esta batalla diaria, cuando lo más viable sería contar con una red de apoyo de familiares, amigos y desconocidos.
Y es que a los 15 días de la primera quimioterapia el cabello se cae, lo que de inmediato atenta contra la autoestima y es donde más se requiere de un apoyo emocional. De ahí que las personas que de manera solidaria donan su cabello (con un largo de 25 a 30 centímetros) para la fabricación de pelucas oncológicas, se convierten en ángeles de la tierra, en los espíritus solidarios que requiere el enfermo, que necesita México.
El cabello que donan niños, mujeres y hombres para la fabricación de estas pelucas pasa por todo un proceso que va de los cuatro a los seis meses. Y es que el pelo pasa por un proceso de selección, clasificación de tonos, peinado (donde se llega a perder del 10 al 60 por ciento), tejido en el gorro y la colocación Manuel en éste. Además del lavado y peinado.
Es muy importante que la gente done cabello con este fin de apoyo, pues se necesitan de 4 a 5 trenzas para poder hacer una sola peluca. Está claro que un accesorio de este tipo no cura, pero apoyo en el proceso de recuperación, le brinda a la paciente mayor seguridad, esperanza, le impulsa la autoestima. Le cambia la vida.
Una mujer con cáncer de mama y sin pelo, requiere un gran apoyo emocional y que mejor que puedan contar con una peluca oncológica. Si tu donas cabello tendrás la fortuna de que un poco de ti viva en los demás, y que los haga felices.
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*Adriana Hernández Íñiguez. Es Licenciada en Informática por el Instituto Tecnológico de La Piedad. Tiene una Maestría en Dirección y Gestión Pública Local. Ha sido regidora, diputada federal y estatal. Impulsora y defensora de temas de protección a la niñez y adolescencia; de personas con discapacidad; construcción de paz; y, de combate y prevención del cáncer en la mujer.