Por BORIS GONZÁLEZ CEJA*
Los medicamentos psiquiátricos se han convertido en un acompañante eterno de un amplio sector poblacional que, si bien en ocasiones es necesario, en la mayoría de las veces, los problemas mentales pueden resolverse sin la necesidad de fármacos, únicamente a través de la terapia psicológica que, dicho sea de paso, no provoca efectos secundarios negativos, ni dependencia ni esconde problemas subyacentes.
Cada dia más personas se automedican o toman medicinas por su cuenta, con la alta posibilidad (y la realidad) de volverse adictas a sustancias, tomando no solamente riesgos innecesarios, sino también decisiones que a la larga afectan su bienestar mental, el de su bolsillo y de su familia.
Asi como a Hamlet, to be, or not to be, that is the question, para mucha gente su deseo se ve extraviado, y el drama de la vida les genera más líos que respuestas, ahogándose en un mar de sustancias. A algunos se les va la vida por el error de pensar que los medicamentos curan los problemas mentales como la depresión, la ansiedad: es falso, viven como lo vaticinó Shakespeare, “que se rompa mi corazón, pues debo refrenar mi lengua”.
Para algunos el consumo de fármacos es necesario, sobre todo cuando las enfermedades y sobre todo los dolores de la vida pueden llegar a ser intensos y venir de distintos lugares, tales como el cuerpo propio, o por necesidades ambientales, económicas o laborales. Lo que para algunos es una necesidad para otras es una satisfacción: algunas personas no tienen reparo en elegir su propio veneno.
Según el gobierno de México, más del 80 % de la población toma medicamentos por su cuenta, algo que genera resistencia a ciertas sustancias, o interacciones indeseables que afectan gravemente la salud, enmascarando otras enfermedades mentales por la falta de seguimiento profesional, donde en el caso de las mujeres embarazadas o con pacientes que cursan con síntomas psicóticos se requiere especial cuidado, porque hay que decirlo, tambien el cuerpo puede generar síntomas psicológicos y no detectarse a tiempo.
Según el INEGI casi 3 millones de personas toman medicamentos para aminorar la preocupación o el nerviosismo, lo que habla del problema mayúsculo en el que se encuentran personas de todas las clases sociales, sobre todo donde se marca una diferencia económica e interseccional. Del número anterior de personas que toman medicamentos por su cuenta, casi 2 millones de personas son mujeres, algo en lo que tenemos que reflexionar para su atención por sus implicaciones sociales y económicas, que evidentemente deviene del género.
Las causas por las que las mujeres se automedican más drogas legales es por que llegan a presentar más síntomas de depresión, ansiedad o insomnio, que son problemas relacionados con lo hormonal, o puede ser en otros casos por la mayor carga social que se les atribuye y que se traduce en una mayor prescripción de estas sustancias. Independientemente del mar de problemas en los que nos encontramos, durante la pandemia el consumo de sustancias drogodependientes aumento para todas las personas, sin ninguna intervención de profesionales, generando un tsunami de consumo que actualmente nos tiene en la cresta de tomar medicamentos sin prescripción profesional por inercia.
Con una población mayor a 4 millones 600 mil personas que se sienten muy preocupadas o nerviosas a diario, en el país tenemos mucho por hacer en temas de salud mental, mientras las autoridades siguen tomándose fotos, posando para sus videos ridículos o generando políticas que no son públicas, como por ejemplo centros de atención que atienden a pocos pacientes con mucho recurso del erario, que suena más a desvio de recursos que a políticas públicas de salud mental. Ya saben quien va a pagar la cuenta.
Causas y azares…
- En mexico más de 1 millon y medio de su población tiene algún problema o condición mental discapacitante sin servicios públicos de salud de calidad, nos toca a los psicólogos privados sacar adelante a esas personas con nuestros esfuerzos.
- Los centros de adicciones siguen siendo espacios sin ley en el país y en los Estados, con sus saldos negativos que sólo benefician a unos cuantos funcionarios mafiosos que lucran con esa existencia.
- La SEP es un nido de corrupción al menos en USICAMM por su cerrazón en las capacitaciones que se requieren para atender a su población, donde las autoridades tienen un botín donde la población sale perdiendo, con los mismos zorros de siempre pero con cara de borregos.
- A pocas horas del arranque de los Censos Económicos 2024 del INEGI, es importante que la población reciba y responda a los entrevistadores que visitarán todas las unidades económicas del país. Si deseamos estadísticas confiables, es momento de poner de nuestra parte.
Hasta la próxima, que hay quien busca el amor de una mujer para olvidarse de ella, para no pensar más en ella.
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• Boris González Ceja. Es licenciado en Psicología y Maestro Educación y Docencia por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Experto en proyectos de salud mental para resultados y fortalecimiento de equipos de especialistas en psicología en temas de violaciones graves de derechos humanos. Consultor de organismos nacionales como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e internacionales como el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Agencia Alemana de Cooperación Internacional (GIZ). Notoriedad por excelentes estudios de psicología, investigaciones para leyes y por resolver problemas acuciantes a nivel internacional desde la ciencia.
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