La Página
Romeyno Gutiérrez, pianista, rarámuri, nació en una cueva en Retosachi, Guachochi, entre las montañas de la Sierra Tarahumara.
La historia de Romeyno, el único pianista rarámuri un día, hace mucho tiempo, un maestro estadounidense, estudiado en Viena, Romayne Wheeler, que investigaba sobre la música autóctona del continente, descubrió la Sierra Madre Occidental, al norte y occidente de México y llegó a Creel.
Romayne caminó las barrancas hasta Batopilas, y en un pueblo cercano conoció a un tío de Romeyn, que lo invitó a la fiesta de Año Nuevo “a conocer de verdad la cultura rarámuri”.
Allí se convirtió en una sombra del futuro padre de Romeyno, destinado antes de nacer a ser apadrinado por este chabochi enamorado de la savia de la tierra cobriza y empinada.
La vida de Romeyno
Cuando Romeyno nació, el piano desgarraba arpegios en su hogar. La música le creció dentro desde los primeros pasos.
Hoy es el único pianista tarahumara y hace honor a una cultura llena de talentos escondidos, donde muy pocos tendrán oportunidad de desarrollarlos. Romeyno es una excepción, un ser bendecido; él lo sabe.
Toca música clásica y rarámuri, que define como alegre. Va donde lo inviten. Se ha presentado en Bellas Artes y hasta para el presidente. No le importa el escenario, sino el público. Su leyenda es repetida en la Sierra Tarahumara, donde vive la mayor parte de esta comunidad originaria, la más grande del país.
“Tengo la gran responsabilidad de llevar ejemplo a mi gente y al mundo”. Su sueño es viajar y ayudar a su gente. Romeyno es único, especial, un rarámuri haciendo historia.
Información Juan Reynoso, el paganini mexicano
Fuente: Sierra Tarahumara