Por JUAN PÉREZ MEDINA*
Silvano Aureoles está empeñado en romper todos los récords de impopularidad existentes entre los gobernadores. Por enésima ocasión aparece en el último lugar.
Tratando de ser magnánimos, pudiéramos argumentar que el lugar en que lo colocan es ya una mala voluntad o consigna de quienes levantan estás mediciones, los cuales están llenos de maledicencia en contra del buen Silvano o; peor aún, pudiera ser que sus enemigos, los de la 4ª Transformación, se hayan confabulado para incidir en los malos resultados del aplicado gobernador.
Existe otra tesis posible que no podríamos descartar, seguramente AMLO ha venido pagando todas las encuestas para colocar a quienes lo combaten en lugares que se deberían leer a la inversa para encontrar la verdad verdadera.
Pero no, estas preposiciones son del todo falsas y sólo existen como probables en la mente de quien está acostumbrado a lo contrario de lo que dice el buen juicio, si de gobernar se trata. Por ejemplo, si lo que hace Silvano para gobernar se orientara en los consejos de Maquiavelo, es más que evidente que los resultados son un desastre.
Aunque podríamos pensar que los estudiantes normalistas actúan por consigna en contra del gobernante, y no por sus justas razones, y al igual que los maestros que mantienen tomadas las vías del ferrocarril gringo en una clara acción premeditada y alevosa, cuyo objetivo central es el de convertir en malo a quien gobierna como nadie en la entidad.
Pero no, estas preposiciones son falsas de toda falsedad. No hay más responsable que el que gobierna. Es éste el que ha permitido que se usen los cañones anti granizo que alejan las lluvias de las regiones desde donde disparan y afectan el clima de esas zonas y otras. Pero los aguacateros como él son prioridad, el medio ambiente qué importa.
Es el responsable de que los maestros estatales no reciban el pago de sus raquíticos salarios a tiempo y las prestaciones o bonos, que estando pactados no se entregan. Es éste el que ha actuado en contra de los estudiantes de las escuelas normales con deliberada furia y odio evidente permitiendo que sus policías disparen a sangre fría sobre ellos o lanzando vehículos a velocidad con la intención de matarlos.
Es el rijoso que sin valorar la opinión de los michoacanos y las michoacanas, determinó crear una guerra en contra del presidente electo en 2018 por la mayoría de los votantes de la entidad, pero eso no importa, en su delirio de grandeza, ha considerado que lo que lo dignifica es su guerra estúpida, que en nada nos beneficia y, por lo visto, ni a él.
Sabemos todos de su convicción priista que desde que Peña Nieto lo hizo gobernador mantiene incólume y hasta trasnochada, en una terquedad por demás insustancial, que no le genera más que el aumento de la adversa popularidad de que goza. Lo hecho por él, ni los priistas se atreven a hacer.
A veces, pareciera que es tanto el rencor o sus fantasías, que hasta aparece mucho más opositor que la derecha del estilo del desbocado Marko Cortés, que es ya decir mucho. Utilizando el refrán de “piensa mal y acertarás”, puede ser posible que hasta sea uno de los financiantes de los ultra fascistas del FRENAA de Gilberto Lozano, alías el “chorrillo”. Ahora, más que gobernar, su principal actividad es la de denostar y quejarse del presidente.
Mal negocio para quien quiere aparecer como un gobernante serio que pretende poner por delante el interés general de sus gobernados y el país y no las mezquindades de un gobernador que, de acuerdo con los resultados de las encuestas de medición del desempeño lo colocan en el lugar 32 de 32. Sin embargo, pareciera querer morirse en la raya, como popularmente se dice, antes que aceptar que lo que ha venido haciendo no le va generando buenos dividendos. Allá él y su empecinamiento de acabar mal.
——————————————————————–
*Juan Pérez Medina. Es profesor. Fue secretario general de la Sección 18 del SNTE. Diputado Federal por representación proporcional por el PRD. Asesor de la Secretaría de Educación en el Estado y del Gobierno de Michoacán.
