Por DAVID ALEJANDRO DELGADO ARROYO*
El COVID-19 ha puesto sobre la mesa la reflexión sobre la forma de llevar a cabo elecciones con un sistema de votación electrónica, pero deliberar al respecto es importante precisar lo que se entiende al respecto, para ello es pertinente acudir a la Enciclopedia de la Re de Conocimientos Electorales del Proyecto ACE; en la que se especifica que los principales tipos de sistemas para la votación electrónica incluyen:
– Tarjetas para perforar y sistemas de tabulación.
– Sistemas de escáner óptico
– Sistemas de Registro Electrónico Directo (RED)
– Internet.
De manera que no hay sólo un sistema de votación electrónica sino diversos, inclusive dentro de estas opciones, por ejemplo, las tecnologías de escáner óptico pueden tener cuatro variantes:
– Lector de Marcas Óptico
– Reconocimiento Óptico de caracteres
– Reconocimiento Inteligente de Caracteres
– Tecnología de representación Óptica.
En suma, hay diversas opciones, cada una de ellas presenta ventajas y desventajas que pueden partir del grado de seguridad, del grado de implementación o del grado de impacto cultural.
Ahora bien, en México, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral aprobó el 8 de mayo de 2019 los Lineamientos que establecen las características generales que debe cumplir el sistema del voto electrónico por Internet para las y los Mexicanos residentes en el extranjero del Instituto Nacional Electoral, a propuesta de la Junta General Ejecutiva.
En consecuencia para el 2021 se celebrarán elecciones con sufragio extraterritorial en Baja California Sur, Chihuahua, Colima, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas; de manera que se prevé que en agosto de 2020 se pondrá a consideración del Consejo General del INE la aprobación de la aplicación del voto electrónico por internet como modalidad vinculante en dichos procesos electorales.
Por otra parte, el pasado 16 de diciembre de 2019, el Consejo General del INE aprobó los lineamientos para instrumentar el voto electrónico en una parte de las casillas de los procesos electorales locales de Coahuila e Hidalgo. Al respecto se trata de otra modsalidad de sistema electrónico de votación, de manera precisa se refiere a un sistema de registro electrónico directo, puesto que se trata de Urnas Electrónicas que implica la necesaria presencia física del instrumento y de la ciudadanía votante en las casillas; no se trata pues de una modalidad a distancia, pero que si reduce considerablemente la parte del escrutinio y cómputo de la votación, que suele llevar varias horas al final de la jornada electoral.
Ahora bien, la intención del Consejo general del INE en los casos de Hidalgo y Coahuila contemplaba que al término de dichos proceso electorales se rindiera un informe “para efecto de conocer los resultados de la implementación y analizar la viabilidad de continuar con el uso de tecnologías para la emisión de la votación y se pueda perfeccionar a futuro”.
Por ello se aprobó que en las elecciones de Coahuila se consideraran diez Distritos electorales locales, con un total de hasta 60 casillas en la entidad con las urnas electrónicas propiedad del Organismo Público Electoral de Coahuila; mientras que en Hidalgo se previó hasta 40 casillas en la entidad sin rebasar, en ningún caso, el 10% de las casillas instaladas en el municipio correspondiente, con las urnas electrónicas desarrolladas por el Organismo Público Local de Hidalgo y del propio Instituto Nacional Electoral.
Como es visible, se trata de una prueba piloto muestral, no de la aplicación generalizada de las urnas electrónicas y con la expectativa de perfeccionamiento de una manera paulatina y progresiva. Pero la suspensión de dichos procesos electorales por el Covid 19 ha generado que sigamos en la expectativa de dicha implementación.
En este contexto, el Congreso del Estado de Michoacán aprobó una reforma electoral que fue publicada en el Periódico Oficial del Estado de Michoacán el pasado 29 de Mayo que le otorga dos nuevas atribuciones al Consejo General del Instituto Electoral de Michoacán a razón de lo siguiente:
“Proponer al Instituto Nacional Electoral la utilización del modelo o sistema electrónico para la recepción del voto, cuando sea factible su utilización”.
“Promover el uso e implementación de instrumentos electrónicos o tecnológicos en el desarrollo de los mecanismos de participación ciudadana que le competan, con base en las medidas de certeza y seguridad que estime pertinentes”.
La primera atribución es solo potestativa, previendo que en el futuro pueda considerarse a Michoacán en las pruebas piloto par air rumbo a la generalización de la utilización de la urna electrónica,; pero también posibilita amarrar la ya muy próxima aprobación del voto electrónico para los mexicanos residentes en el extranjero para la elección de gubernaturas el año entrante.
La segunda, abre el camino para que en Michoacán, los mecanismos de participación ciudadana como lo ha sido la intervención del IEM en los procesos de los pueblos originarios se pueda abrir la posibilidad de la utilización de una urna electrónica propia en el Estado; lo cual es factible porque el INE, ya lo ha implementado en tenencias del municipio de Uruapan; lo cual sería un gran salto a futuro de los pueblos originarios.
Sin embargo, hay que subrayar lo que el propio Consejo General del INE ha definido como paulatino y progresivo; porque enfocar todo a la urna electrónica para resolver los problemas que la pandemia del Covid 19 nos confronta de forma acelerada podría tener problemas de implementación en lo inmediato.
Primero porque se tendría que dotar a todo el país, no solo a Michoacán de urnas electrónicas, lo cual debería estar este mismo año, y no está previsto en el presupuesto de este ejercicio. Porque llevar todo el procedimiento de diseño, licitación, capacitación, pruebas y aplicación en solo 5 meses del año entrante es poco prudente.
Un servidor, tuvo la oportunidad de participar como Observador Electoral Internacional en las elecciones de República Dominicana cuando se implementaron nuevos sistemas de votación electrónica; allí observé que una parte importante de la discusión previa a las elecciones era sobre los problemas de implementación de los equipos electrónicos y el día de la Jornada Electoral hubo serios problemas en su utilización. Por ello, sirve la conseja de que más vale pase que dure y no trote que canse.
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- David Alejandro Delgado Arroyo. Es licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública por la UNAM; con estudios de maestría en Administración Pública por el INAP y en Procesos e Instituciones Electorales por el IFE. Miembro fundador del Instituto Federal Electoral, en donde ingresó en 1991 desempeñando diversas funciones de Jefe de Departamento, Subdirector, Vocal Ejecutivo Distrital en Coatepec y en Minatitlán, Veracruz; a partir de 1999 se desempeña como Consejero Presidente de Consejo Local del IFE, cargo que ha representado en Querétaro; Aguascalientes; Durango; Guerrero y actualmente Michoacán ya como INE.