Por ANA MARÍA CANO
Morelia, Michoacán.- La talentosa retratista michoacana, Sonia Rodríguez Cortés, es licenciada en Derecho, egresada de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), maestra del idioma inglés en el Instituto Tecnológico de Morelia (ITM) y dibujante de rostros.
Originaria de esta ciudad, estudió dibujo de rostros con técnica carboncillo con el maestro Carlos Leyva, de Colombia; actualmente estudia pintura al óleo en la Escuela de Arte con el profesor Elías Velázquez.
Diversos han sido los rostros que ha dibujado donde ha plasmado diversos sentimientos, rostros que te llevan por la vida de quienes a retratado, muchos de ellos, auto retratos.
“Desde los doce años, me he sentido atraída por el dibujo, siempre ganaba el primer lugar en los concursos de dibujo de la escuela, pero solo pintaba caricatura, y más las hadas”.
Recuerda que en el 2011 le llamó mucho la atención dibujar los rostros de las personas, y se le dio la oportunidad con el maestro Carlos Leyva, desde entonces ha estado con la práctica de plasmar a través del carboncillo los rostros de niños, jóvenes y ancianos.
Contactó a su profesor cuando él vino a esta ciudad de Morelia a una exposición de dibujos, le pidió información acerca de su técnica, y a pesar que él tiene su estudio en Colombia, le dio la oportunidad de recibir clases particulares durante su estancia en esta ciudad.
“Ya cuando él regresó a Colombia, siguieron las clases pero a distancia, duré un año tomando clases con él, comparto mis retratos en redes sociales, y me los han pedido en casi toda la República Mexicana”.
El talento de Sonia ha traspasado fronteras, ha hecho envíos de su trabajo a Colombia, Argentina, España, Guatemala, Canadá, Estados Unidos y Japón.
Dependiendo del rostro y su dificultad, Sonia tarda en plasmarlos entre una a tres horas, pero su práctica y dedicación la deja en cada rostro dibujado.
No recuerda cuántos rostros ha dibujado, dice que son tantos, que ya perdió la cuenta. Pero la práctica que ha adquirido a sido a través de dibujar su propio rostro.
“Me encanta dibujarme, la práctica es conmigo, como cada rostro es diferente, practico conmigo. Yo soy muy difícil de dibujarme porque tengo el cabello esponjado, mis lentes. Entonces practico conmigo”.
El material que usa para plasmar los rostros es muy resistente, tanto que los sumerge al agua para que vean que no pasa nada.
El costo de sus retratos, dependiendo de los detalles, van desde los 600 pesos y dependiendo si es de medio o cuerpo completo.
Entre semana se desempeña como abogada, el sábado da clases en el Tecnológico de Morelia, y los domingos, dibuja rostros.
Su familia y conocidos están impresionados por su trabajo, con el cual da vida en cada uno de sus retratos, ya que muchos de ellos no creen pueda lograr lo que hace.
“Han sido muy buenos comentarios, me dicen que no son dibujos, que son fotografías, que seguramente no los hago yo. Pero les aclaro que son dibujos no retratos. MI primer envío fue a los Estados Unidos, el segundo a Guatemala”.
Señaló que en México, fue en Durango donde le compraron por primera vez su trabajo que exhibe en sus redes sociales así como su propia familia la ha recomendado.
Se sorprendió cuando una persona de España le dijo que había visto sus dibujos en la redes sociales, por medio de las cuales la contacto, y a quien le hizo varios envíos de sus rostros.
“Eso fue genial para mí. He visto que muchas páginas tienen mis dibujos, pero le quitan la firma y dicen son de quienes las publican”.
En un día, dijo, puede hacer hasta cinco rostros dedicándose todo el día a ello, pues su pasión por plasmar los rostros, no le deja ver el tiempo.