Ciudad de México.-Tras los crímenes contra estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa, presuntamente ordenados por José Luis Abarca, el ex presidente municipal que postuló el PRD en Iguala, Guerrero, ese partido registra una caída en la intención de voto rumbo a las elecciones de 2015 y tiene una mala opinión en al menos 46 por ciento de los ciudadanos, de acuerdo con los resultados de una encuesta que mandó aplicar el 3 y 4 de noviembre.
Con base en los resultados de ese estudio, dado a conocer en la reunión de dirigentes estatales que recientemente tuvo lugar, Carlos Navarrete, presidente nacional del partido, reconoció un incremento de los negativos para el instituto político en las últimas seis semanas. Es decir, después de los sucesos en Iguala en septiembre pasado.
El miércoles, en la inauguración del encuentro en el hotel Casa Blanca, en el Distrito Federal, apuntó que esos negativos “se dan fundamentalmente porque la gente nos ve en la vendetta interna”.
Ese ejercicio arroja que la opinión del PRD entre la ciudadanía es mala en 31 por ciento y muy mala en 15. Mientras que tan sólo 5 por ciento la considera muy buena y 17 por ciento, buena. Además de que para 32 por ciento es conflictivo.
En cuanto a la preferencia electoral, al planteamiento de “si hoy fueran las elecciones para elegir diputados federales, ¿por cuál partido votaría usted? 31 por ciento optó por el PRI; 20 por ciento por el PAN y 11 por ciento por el PRD, lo que para algunos integrantes del sol azteca es considerado una advertencia de que el número de legisladores en San Lázaro podría disminuir considerablemente.
Se recordó que el punto de arranque de intención del voto para las elecciones de 2012 era de 18 por ciento y llegaron a casi 25.
El PRD, según el senador Alejandro Encinas, vive la peor crisis de su historia; la pérdida de credibilidad y la descomposición, alertó, podrían profundizarse, si no hay una rectificación y se esclarecen los hechos de Ayotzinapa.
Sin embargo, en su caso, no piensa renunciar a su militancia. “Por qué vamos a dejarles a los dirigentes un partido que no es propiedad de ninguna corriente o líder, sino que es resultado de la lucha de muchas generaciones de las izquierdas mexicanas”, comentó.
En tono similar, se pronunció el coordinador de los senadores, Miguel Barbosa. La dirección del partido debe asumir la crisis y plantear soluciones; “no me voy del PRD”, indicó.
Lo anterior, a pesar de que ayer, uno de los fundadores del partido, José Antonio Rueda, dijo, en la reunión convocada por los iniciadores de la Corriente Democrática: “Lo mejor que podemos hacer es renunciar al PRD”.