La Página
Por Arturo García Gaytán.
Una de Vaqueros. . .
No cabe duda, la ignorancia es mala consejera y mal ambiente para criar políticos. Hay gente que jamás en su vida trabajó en algo decente, ya no digamos en cosas interesantes, además de no haber pisado un aula universitaria ni preparatoriana, pero se meten de grillos y creen que por tener prestigio y cierto poder son capaces de extinguir el fuego con gases intestinales.
La aplicación de programas federales, de cualquier tipo y especie requiere un mínimo de sentido común y conocimiento del tema para evitar despotricar a lo menso, sin embargo, cuando se cree tener la razón absoluta ignorando las propias deficiencias intelectuales y defectos de carácter, combinación altamente explosiva, causan efectos notables y deterioro en la imagen pública.
Hay un tipo gritando desconsolado que el titular de la diputación a la que aspira, vaya usted a saber si por legítimo derecho o no, anda defraudando paisanos, y ofrece a los incautos, ignorantes y pasa babas como él documentos que acreditan sí, un trámite antes las autoridades, pero su dicho carece de sustento.
Según información de la secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), hay un mil 760 trámites realizados por la asociación civil TJH la grandeza de México para el programa ampliación de vivienda rural, de los cuales, un mil 332 fueron aprobados y capturados como viables.
Se descartaron por no calificar el cuadernillo de reglas de operación un total de ciento ochenta tres trámites y doscientos cuarentaicinco solicitantes cancelaron su gestión, aquí abrimos un paréntesis, pues como muchos programas federales, la gente pone una parte en especie, en dinero o en trabajo, la aportación económica fue de dos mil pesos.
Luego, cualquiera con dos centímetros de frente y que sepa, reitero, que sepa y conozca el trabajo de gestión en dependencias federales no ignora que un trámite puede tardar meses, sobre todo si el programa que se pretende obtener es de una dependencia que primero operaba en una dependencia y luego, por decreto presidencial, a otra.
Es el caso de ampliación de vivienda rural, que primero operó con SEDESOL y luego FONAPO hasta que quedó en SEDATU, y luego la cuestión de estructura y legal para dotarle de recursos y partida presupuestal, el trámite, está por demás decirlo, se demoró más de lo deseado, tan es así que 245 paisanos pidieron de regreso su lana y se les devolvió a los dos meses, como marcan las reglas de operación, ojo.
¿Cuál fraude? ¿Cuál moche? ¿Cuál entre? Basta, repito, con leer las reglas de operación, cotejar con los trámites realizados y considerar la demora causada por el cambio de dependencia rectora para dejar de estar intentando engañar incautos y contagiarles de tan desbordante ignorancia, por cierto, se sabe que el individuo que usa los medios masivos para su aquelarre, paga el tiempo aire con dinero perredista de las arcas de Silvano Aureoles Conejo.
Es difícil imaginar que con 450 mil 500 millones de pesos vendrá el mago de los sueños y despertando un día de estos los michoacanos nos encontraremos sin crimen organizado, con empresas productivas, niños y jóvenes en la escuela esperando prepararse profesionalmente, servicios en ciudades y municipios de primer mundo.
Exacto, visto de esa manera, como nos lo quieren vender, se antoja como para un mal viaje de LSD, pero como no estamos para vaciladas, debemos de ser conscientes que ese dinero poco o nada podrá cambiar nuestra existencia si no trabajamos por cambiar en lo individual y en lo colectivo, para erradicar de nuestras instituciones la corrupción y la impunidad.
Sí, es lindo eso de resarcir el tejido social, para eso falta que haya una planta de maestros comprometidos con la educación, empresarios dispuestos a invertir en Michoacán y que compitan generar fuentes de empleo, y lo más difícil: una clase política capaz de generar una comunicación con sus gobernados y que se corte las uñas. Mientras, seguirá la danza de los millones y las buenas intenciones.
Se supo que la Procuraduría General de la República inició formalmente una averiguación previa penal por la compra injustificada de vacunas antirrábicas por un monto de 31 millones de pesos, y no es para menos, el último caso de rabia en Michoacán se detectó en Tuzantla allá por el año de 1990. ¿Me explico?
El Poder Judicial michoacano vive su peor crisis de la historia, y no nada más es cuestión de centavos, no, es de legitimidad, de autoridad moral y de capacidad de respuesta para los nuevos tiempos, y no es fortuito que le haya estallado a Juan Antonio Magaña de la Mora, pues el grupo político al que pertenece se encuentra desde hace meses en escrutinio permanente.
No se explica que se contrate a personal que ya laboró en el Tribunal y fue separado del cargo por habérsele comprobado la sustracción de fondos públicos, y esto es apenas la punta de iceberg, pues si de verdad se está investigando a fondo la filtración de la delincuencia en los órganos de gobierno, habrá algunos juzgadores con las maletas hechas.
¿Está dentro de las atribuciones de la secretaría de Turismo la detección y promoción de locutores de radio y televisión? Según la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo, no, no es facultad, pero el fauno titular impulsa una campaña para que jóvenes aspirantes a efebos chillen en la radio y la televisión las bondades de nuestro amado Michoacán.
Lejos de presumir, debemos ponernos a trabajar y no utilizar el cargo y las estructuras gubernamentales para caprichos personales, total, si se va a cambiar a la planta de sobrinos hay mil y un maneras que no involucran el dinero de los michoacanos.
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