Por DAVID DANIEL ROMERO ROBLES
La imposición de una ideología y economía de Estado es la consecuencia de la hegemonía liberal en nuestro contexto geopolítico que se define después de la segunda guerra mundial por los países de occidente y un pequeño grupo de capital privado los cuales se proclamaron ganadores en 1945, creando los organismos internaciones financieros como lo son: Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM), Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Todos estos organismos internacionales paradójicamente funcionan con recursos de los mismos países que los integran, México no es la excepción, luego entonces somos los mexicanos y habitantes de los países que se someten a estos dictados quienes pagamos por medio de nuestros impuestos su funcionamiento; si requerimos un préstamo económico nos lo otorgan, solo si cumplimos con sus dictados y al interés económico que ellos nos proporcionan, por lo anterior nos colocan una calificación en función de los resultados de sus dictados económicos, políticos, educativos y culturales, en nuestro continente bajo este esquema solo se ha beneficiado Estados Unidos de Norte América y Canadá, además de un pequeño grupo de empresarios dueños de empresas trasnacionales.
Esta condición de subordinación de nuestro País lleva más de 50 años donde el poder Ejecutivo ha implementado en los planes de desarrollo de la nación las “recomendaciones de los organismos internacionales financieros” y el Poder Legislativo ha reformado nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos atendiendo las mismas recomendaciones de los organismos internacionales para hacerlas efectivas.
Hoy nuestra nación posee una deuda de 456 mil 251 millones de dólares según el Banco Mundial hasta septiembre del presente año, claro que el último informe de fecha 30 de septiembre del presente año de la Secretaria de Hacienda y Crédito Publico del Gobierno Federal realiza un desglose de las deudas en pesos y en dólares señalando la deuda interna del gobierno federal y deuda externa del gobierno federal en 8 billones 310.2 mil millones de pesos, la deuda interna del sector público federal y la deuda externa del sector público federal, 11 billones 108.5 mil millones de pesos todas a corto y mediano plazo. Lo preocupante de esta condición económica del país es que si revisamos los ingresos y egresos del gobierno federal como muestra vemos que los ingresos del último trimestre que reporta la Secretaria de Hacienda y Crédito Público es de 3,479,896.8 millones de pesos y el gasto del mismo trimestre es de 3,648,566.6 millones de pesos, es decir se gasta mas de lo que ingresa.
Esta condición sin contemplar los endeudamientos de las entidades federativas e incluso los municipios de las mismas, estos últimos no pueden hacer gran cosa pues nuestra República se encuentra diseñada de manera que las decisiones sean verticales (de arriba para abajo), que la mayor recaudación tributaria sea para la federación y las reglas de operación para ejercicios de presupuesto se dicten de arriba para abajo, para que las entidades federativas y los municipios estén impedidos por ley para ejercer en rubros distintos.
Así que un Gobierno que se diga de Izquierda o Derecha, Centro o cualquier adjetivo ideológico es solo una ilusión, es evidente con lo expuesto que la libertad de toma de decisiones del quehacer con nuestro país no depende de nuestros gobernantes y mucho menos de la ciudadanía, por lo tanto, el concepto de soberanía solo quedo en la memoria histórica del pueblo que un día aspiro a ser grande y respetado.
