“Del te necesito…al…no me chifles”
La Duda
Por Víctor Armando López.
Ahora sí que no se si soy yo, o el mundo que está al revés, pero lo que está sucediendo en Michoacán es único, pues primero se urgió a que la federación mandara a todos los súper héroes (con todo y el Salón de la Justicia) a rescatarnos de los “malvados”, y ahora la sociedad empieza a exigir que manden a otros mega-ultra-recontra-titanes para sacar a los que se solicitó. ¡Gulp!
La estrategia federal en Michoacán para establecer la seguridad y el desarrollo integral inició bien, llegó como jefe principal Alfredo Castillo Cervantes. En un corto plazo se dieron detenciones de líderes del crimen organizado; se inició con una limpia en los cuerpos policiacos, se estaba combatiendo la corrupción, en fin, al parecer había buena intención.
La gente estaba contenta, se anunciaba que bajaron las extorsiones, los secuestros, la inseguridad, en fin. Ya Michoacán veía como hijo adoptivo al comisionado. De verdad, hasta lo felicitaban y se emitían buenos comentarios de su labor. Pero de repente, empezamos: “Un pasito para adelante, dos pasitos para atrás, las manos hacia arriba…las manos hacia abajo y como los gorilas: uh…uh..uh.. todos caminando”. Perdimos el rumbo, y de aquellos avances ya nada quedó. Todo se estancó.
Los michoacanos fuimos desplazados de puestos y oportunidades de trabajo por gente proveniente del Estado de México, así sin más. Bajo el argumento de que “todos los michoacanos son corruptos”. Y así poco a poco fueron llegando más y más visitantes con “visa laboral” a toda la geografía michoacana.
Pero la jugada les salió mal pues la gente que trabaja en los cuerpos policiacos ya comienza a despepitar que sus superiores (curiosamente los que conformaron el equipo del comisionado) les piden cubrir cuotas. De ahí que volvimos al escenario de antes: Robos, extorsiones y abuso de autoridad. “Y como los gorilas uh…uh…uh…todos caminando”.
Este escenario bien es cierto que ha sido aprovechado por los partidos políticos de oposición, quienes no pierden ocasión para exigir que se vaya de Michoacán Alfredo Castillo. Esa jugada se entiende, pues les estorba de cara al proceso electoral que en estos días iniciará, o temen que pueda influir en los resultados. Pero a lo que más temen, es que alguno de sus compañeros salga en un tuta-video y los ponga en evidencia.
Lo grave del asunto ya no es que los empresarios chantajeadores, los políticos chillones o hasta los delincuentes-normalistas protesten. Lo malo es que el propio equipo de trabajo del comisionado con su actuar ocasionó que se le perdiera la confianza, quizá el no hizo nada (más allá de sus 20 guaruras que no permiten que nadie se le acerque), pero por ser la figura es a quien ahora los michoacanos se la están cobrando.
Lamentablemente su figura se desgastó, al tiempo que el hartazgo ciudadano hacia todo tipo de autoridad ya reventó. Prueba de ello es lo que en recientes días pasó en Ciudad Hidalgo, luego en Purépero y ahora con el levantamiento de los “autodefensas legítimos” en el rumbo de la Costa Michoacana.
Que si se va o no se va de Michoacán el comisionado ya es lo de menos, lo que ya no se debe hacer es exponer su presencia en lugares públicos, pues nunca se había visto que a un funcionario en la entidad la gente de a pie le chiflara como muestra plena de rechazo, como sucedió en el desfile conmemorativo del natalicio de José María Morelos y Pavón, y en la XI Convención Mundial del Chile en Morelia.
Al final el líder de los malosos sigue libre, y las extorsiones e inseguridad regresaron, aunque ahora encabezadas por policiacos: Made in Edomex. Y nosotros: “…como los gorilas uh…uh…uh…todos caminando”. ¡Corte!