La Página
Por Víctor Armando López.
Morelia, Michoacán.-“Todos no tenemos que morir algún día, y en lo personal no temo por mi vida”, señala Hugo Anaya Ávila, presidente municipal de La Piedad, quien se hace acompañar a todos lados por un par de escoltas, así como por dos patrullas de la Policía Federal.
Destaca que en ningún momento ha sido amenazado por la delincuencia organizada, ni por nadie, al tiempo que sus escoltas no se le separan ni siquiera a un metro de distancia.
Anaya Ávila, quien también es el coordinador de los presidentes municipales michoacanos de extracción panista, reconoce que La Piedad por su ubicación geográfica en determinados momentos ha pasado por niveles de inseguridad muy altos.
Al munícipe de La Piedad le fueron canalizadas escoltas casi desde el inicio de su mandato, y en agosto de 2013 les fueron retiradas, pero nuevamente a partir del 21 de marzo se los volvieron a asignar, en el marco del asesinato del alcalde de Tanhuato.
Hay que recordar que el 2 de noviembre de 2011, a escasos días de las elecciones en Michoacán, fue asesinado Ricardo Guzmán Romero (PAN), presidente municipal de La Piedad.
Mientras que el 21 de marzo de 2014 mataron a Gustavo Garibay García (PAN), presidente municipal de Tanhuato, Michoacán, quien un 31 de octubre de 2012 ya había sido también atacado por un comando armado, el cual falló al momento de intentar su ejecución.
La región de La Piedad tiene frontera con los estados de Guanajuato y Jalisco, y tanto autoridades federales como estatales la llegaron a considerar zona de alta peligrosidad, puesto que había constantes enfrentamientos entre grupos rivales de la delincuencia organizada (Los Caballeros Templarios vs Cartel Nueva Generación de Jalisco), por la disputa del territorio.