Por DAVID ALEJANDRO DELGADO ARROYO *
Uno de los eslabones de los procesos electorales locales lo representa el registro de candidaturas locales; aún cuando este procedimiento está desconcentrado en los órganos locales distritales y municipales, lo cierto es que por una cuestión de control partidista se llevan a cabo a nivel de los Consejos Generales de los Organismos Públicos Locales Electorales.
Si a lo anterior se le agrega el ingrediente de que conforme la circunscripción sea más reducida para elegir un cargo, automáticamente se multiplica el número de candidaturas; por ejemplo, en Michoacán se tienen 12 distritos electorales federales y 24 distritos electorales locales; por lo que el número de candidaturas a diputaciones locales se duplica con respecto a las federales. Si de ello se sigue el número de municipios y le agregas que no sólo es un cargo, sino una planilla para elegir ayuntamientos de Presidencias Municipales, Sindicaturas y regidurías, el universo de candidaturas crece exponencialmente.
Ahora si a este nivel de complejidad se le agrega la situación de inseguridad, de revanchismos locales de cualquier índole, con un bajo nivel de civilidad, conforme se baja el nivel del cargo en contienda; lo que nos presenta es otro reto para los Organismos Públicos Locales que es el de las sustituciones de las candidaturas, que en el pasado proceso electoral local llegaron a 750.
El problema finalmente terminaría siendo local, sino es que bajo el esquema del sistema nacional de elecciones y de la concurrencia electoral, al Instituto Nacional Electoral le es muy importante que las boletas se impriman, se organicen, se verifiquen y se distribuyan con los más altos estándares de eficiencia, eficacia y certeza; porque al final, son los Capacitadores Asistentes Electorales del INE los que distribuyen a los Presidentes de las Mesas Directivas de Casilla, tanto la documentación y material electoral federal como el local. De lo contrario se convertiría en actos de molestia sucesivos para la ciudadanía que colabora como Presidentes de Casilla.

En este sentido, si debería de haber certeza en alguna norma, en el sentido que si bien es cierto los partidos políticos pueden hacer sustituciones a más tardar 30 días antes de la Jornada Electoral; la sustitución debe concretarse en un tiempo que permita los eslabones sucesivos que se impactan en las boletas, o de lo contrario, como ya sucedió en el caso nacional de Margarita Zavala, que los partidos políticos asuman que sus candidatos no aparecerán en las boletas.
Un plazo que me parece razonable para el cierre de sustituciones que aparezcan en las boletas para los casos locales, debería ser con 27 días de anticipación a la Jornada Electoral, de manera que en 12 días se logren realizar las impresiones, para que 15 días previos a la Jornada Electoral se encuentre toda la documentación electoral en los órganos locales desconcentrados para el conteo, sellado y agrupamiento durante una semana, de manera que en la semana previa a la Jornada Electoral se distribuyan conforme a la Ley a los Presidentes de las Mesas Directivas de Casilla.
Por cierto, recientemente informó el Dr. Ramón Hernández Reyes, Consejero Presidente del Consejo General del Instituto Electoral de Michoacán a un medio de comunicación, que ellos ya entregaron su propuesta al Poder Legislativo del Estado, que por cierto no la conozco a detalle y no la comprendo. Cuando llegue el momento veremos si fue útil o no.
O bien, pudiera ser motivo de alguna reforma de carácter general, que tan necesarias son para no tener 32 calendarios diferentes… O en última instancia, el ejercicio de la facultad de atracción del Consejo General del INE…
Mucho por andar.

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- David Alejandro Delgado Arroyo. Es vocal ejecutivo de la Junta Local del Instituto Nacional Electoral en Michoacán.