“Una crítica a la humanidad desde el arte”
Por Laura Sillas.
El sentido de humanidad del individuo, la enajenación, la búsqueda de la perfección y la existencia de una felicidad permanente, son algunas de las cuestiones que plantea la exposición “La mediocridad del hombre robot”, del artista Pablo César Gasca Sotomayor, que se exhibe en la Galería Pórtico, en el Centro Histórico de Morelia.
La exposición nos remite a los terrenos de la crítica social del arte, el artista hace uso de su medio de expresión para cuestionar el orden social existente e invita a la reflexión sobre la condición del ser humano y sobre cómo se concibe desde su aparente perfección.
“El humano pierde su postura de ser divino, prácticamente desde que nace va perdiendo su humanidad y cambiándola por algo más mecánico, volviéndose un hombre-robot. Cree pensar, pero está programado para que su pensamiento sea incoherente e ilógico aunque piensa que es inteligente aún a pesar de que un perfecto incompetente”, manifiesta el artista César Gasca.
Desde el inicio de la exposición, se aprecia una obra titulada la “La boda del Sr Quack”, la cual a través de sus imágenes y leyendas se cuestiona los roles sociales que tiene que seguir el ser humano, al formar parte de una colectividad. Discretamente sugiere críticas al sistema educativo, al matrimonio, a la existencia del individuo y su papel en la sociedad, lo hace a través de los comics de Disney, lo cual nos remite también a la crítica de la literatura de historietas impuestas por un sistema social como el de un país hegemónico.
Las imágenes de los personajes de Disney, recuerda a libros de los setentas, como el del teórico Ariel Dorfman “Como para leer al pato Donald”, el cual hace una crítica a dicha historieta, como medio de difusión de la ideología dominante.
El robot como medio de crítica está presente en la mayoría de las imágenes de la obra, como un ente que ha sustituido al individuo con capacidad para razonar y convertirse en un ser que obedece y sigue un orden social impuesto sin cuestionarse, que a fin de cuentas lo coloca en un estado de inutilidad.
Son robots que también podrían ser los personajes de “Un mundo Feliz”, de Aldoux Huxley, los cuales tienen que recurrir a agentes externos para pasar por momentos de felicidad pasajeros.
El recorrido por la exposición nos muestra el uso de una diversidad de técnicas que van desde el tradicional óleo sobre tela, hasta la xilografía y la resina poliéster.
La obra del artista michoacano también propicia a la reflexión de cuestiones por las que se han planteado las diversas disciplinas, como el existencialismo, que cuestiona la condición del ser humano y la libertad.
Son pocos los espacios en los que se puede apreciar obra de artistas michoacanos, la Galería Pórtico del Hotel Cultural Pórtico, es un espacio que se ha sumado al esfuerzo de los artistas locales y nacionales, para exponer su obra y propiciar momentos para la reflexión a través del arte como lo hace en esta ocasión, por ello vale la pena visitarse.