Arturo García Gaytán.
Para los órganos electorales, no es menester que diputados locales y federales, senadores y alcaldes deben de ser minuciosamente monitoreados y sancionados cuando incurran en actos anticipados de campaña, pues no es ético ni m oral utilizar el cargo público como plataforma política ni el dinero de la gente para hacer campaña.
También los hay que sin estar colgados de la ubre se dieron el tiempo y el modo de integrar su guardadito y hacen campaña anticipada violentando leyes y reglamentos, no por estar fuera del ajo merecen menos atención y supervisión de los responsables de garantizar equidad y transparencia en los procesos electorales.
En esas anda el tal Carlos Río Valencia, el eterno tesorero municipal de Morelia, el que no gasta para un hotel y fornica en los estacionamientos públicos, el eterno aspirante a todo y ganador de nada, ese mismo ahora busca ser candidato del PRI para presidente municipal de la capital.
Este minúsculo personaje sin carisma ni arraigo entre los priistas, menos entre la ciudadanía anda recorriendo cuanta casa, negocio, cantina y reunión le inviten para manifestar sus funestas aspiraciones: colgarse del presupuesto del ayuntamiento. Hay datos y fotos que constatan lo escrito, aunque ya sabemos que denunciar pillos es recomendarlos.
Se cumplieron los tiempos y antes de que los demás grupos levantaran la voz, el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, que preside César Camacho Quiroz, instaló como dirigente estatal al diputado local Marco Polo Aguirre Chávez, ave de mal agüero, por cierto, señalado como acosador sexual cuando fue delegado administrativo de la sala de regidores en el ayuntamiento de Morelia.
Hoy, se sabe que gente cercana a Marco Polo, específicamente un tal Martín Gómez Villa, empleado municipal, está reuniendo facturas y realizando compras de material de ferretería con cargo al RFC del Congreso del Estado, como que alguien debería de hablar re reconvenir al nuevo dirigente estatal tricolor, pues hay cosas que por mucho que se intente no se pueden ocultar.
Haz barrio. Es el slogan que impulsan, según esto, para provocar que la gente compremos en las tiendas de nuestras colonias y evitemos gastar en almacenes y tiendas departamentales, aunque en el evento de arranque de dicho programa no hayan participado los tenderos y comerciantes de barrio, únicamente invitaron gente de colonias residenciales de Morelia.
La imagen del barrio, es fuerte, es sinónimo de integración, identidad y pertenencia, como para que pretendan hacernos creer que chavitos bien que montaron su negocio con el dinero de papi ocupan que se les compre los jueves de cada semana.
En su esencia misma el barrio es solidario y lo mismo se cuida a sus vecinos que a sus comerciantes, en el barrio no ocupas pedir un paro, pues nunca solo estás, desgraciadamente la autoridad que impulsa este tipo de eventos insípidos y estériles no tuvo la oportunidad de crecer y vivir en un barrio. Ni modo.
Da pena que de entre toda la gente que sigue y favorece a Manuel Mireles, nadie le haya advertido sobre la imperiosa necesidad de que contratara un abogado defensor de probada experiencia en el ámbito penal y no el guiñapo de defensa que lo representa.
La actual representación legal del médico apuesta por el borlote mediático, ese que es posible que llene planas y acapare reflectores momentáneamente, pero que a la hora de desahogar un proceso penal en forma, no articula la más mínima estrategia, menos un argumento jurídico sustentado.
Cualquier imbécil es capaz de raparse la cabeza y gritar cualquier estupidez, pero no cualquiera hace valer la Ley para defender a su cliente, es necesario, Mireles ocupa alguien que tenga el conocimiento y la capacidad de generar una ruta crítica que lo saque de la cárcel rápidamente, si apuesta al escándalo y al arguende, se va a podrir en prisión.
Por otro lado, no se pueden descalificar las voces de miles de morelianos que claman por seguridad en sus colonias, la ola criminal que azota la capital michoacana está detonando ya no el cierre de calles, la gente se está armando y se corre el riesgo de que el tema de las autodefensas pase a ser un juego de niños.
Tampoco es válido que al ser cuestionado al respecto, el edil se saque de toda responsabilidad diciendo: “es cuestión del mando único”; por favor, urgen respuestas y menos evasivas para una comuna que está desesperada por la indiferencia oficial de cualquier nivel.
Por las calles de Morelia encontré al querido amigo Genaro Guizar Valencia, ex diputado local y ex alcalde de Apatzingán, hombre comprometido con su comunidad y quien se volcó a la actividad empresarial luego de terminar su gestión, donde ha podido darle empleo a decenas de michoacanos.
Genaro tiene también una fuerte presencia en el estado norteamericano de California, donde también ha hecho negocios, conoce la vida del migrante y sus vicisitudes, sin alejarse completamente de la policía Guizar Valencia se mantiene trabajando lejos del bullicio, es posible que pronto retome su carrera, suerte amigo.
Sin oficio ni beneficio Rosa Elía Portillo Ayala recorre las colonias de de Morelia contaminando las elecciones de autoridades auxiliares, encargados del orden y jefes de tenencia, al parecer la otrora regidora no tiene actividad productiva en qué ocuparse, ¿no conocerá la vergüenza?
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