Arturo García Gaytán.
¿Para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo? En la entrega pasado se escribió sobre la presunta polarización entre perredistas, unos con el más pequeño de los tres y otros con el cochinito mayor y vanidoso, y específicamente se les descartó como interlocutores y se dijo que sería el Cártel de los Cárdenas el que se sentaría con la autoridad federal. Una vez más, acertamos.
Trayectoria política no tiene, militancia conocida, tampoco, aunque se le liga y vincula al Piojo Blanco y al Cártel de los Cárdenas, hay documentos gráficos que lo comprueban, es, vamos, un alfil más en el tablero y como tal se desempeña y mueve, sin voluntad propia.
Su paso por la Casa de Hidalgo ha sido desastroso, si bien es cierto que heredó un quebranto monetario considerable no hizo nada para cubrirlo y remediarlo, por el contrario, lo hizo aún más grane con sus gastos suntuosos y snobismos de galán otoñal. ¿Qué es eso de pagarse con dinero público la ida a Nueva York para correr la maratón y llevar porra?
Luego está la cuestión política interna, como cuando intentó apresurar el trámite de jubilación del sempiterno dirigente sindical de los empleados, mismo que refutó y paralizó la universidad, luego los intentos legaloides para contener al sindicato de maestros con el repetido discurso de “no hay dinero”.
Ahora, por un golpe del destino y una extraña negociación con el gobierno federal, Salvador Jara Guerrero fue investido como gobernador de Michoacán, los más mal pensados podrán argumentar que los Cárdenas y su ala afín en el PRD le colocaron para aprobar en ambas Cámaras la reforma energética y la político-electoral.
Otros, no menos perversos, sostienen que fue una propuesta del senador Chon Orihuela para allanarse el camino a la gubernatura, pues, él mismo dice, es el delfín de Peña Nieto para el siguiente elección, aunque no haya indicios ni señales de ello por ningún lado, pues es, hasta ahora, una auto proclamación.
Entonces, quien quiera que haya impulsado a Jara Guerrero para ser gobernador no consideró su trayectoria ni perfil, pues fue regresarle al PRD una posición que perdió en las urnas, lo que pondrá todavía en mayor desventaja a quién pretenda cobijarse con los colores del PRI en la siguiente contienda electoral.
El mundo no se hizo en un día, tampoco Roma se construyó en un mes, siendo realistas y objetivo lo único que se puede esperar del actual gobernador y de sus colaboradores es, honestidad y entrega, no van a resolver nuestra crisis en un año y medio, pero al menso que no la empeoren.
Por otro lado, es increíble que con las reconfiguraciones políticas que se viven en Michoacán, haya quienes apuesten todavía a mantener modelos arcaicos y desfasados que son referencia del viejo PRI, es el caso de la estructura que gobierno y aún por encima del presidente municipal de Morelia el tal Jorge Alfredo Molina Bazán, quien, una vez más, ha expuesto y exhibido al edil Wilfrido Lázaro Medina como un gobernante limitado y supeditado a un sindicato.
Abriendo un paréntesis, Lázaro Medina es un político cuajado que no ocupa de menesterosos que le hagan campaña y ensucien su prestigia, Molina Bazán dejó hace años de ser un activo para el PRI en Morelia, transitó a ser un lastre incómodo el cual debe desecharse.
Entonces, sorprende al extremo ver como se le permite a Jorgito y sus agremiados atentar en contra de los elementos del sindicato independiente, lo que ha provocado ya la segunda toma de instalaciones como muestra de desprecio por la indiferencia del Cabildo.
Ya es hora de legitimar sus aspiraciones políticas, por lo que Wilfrido deberá valorar quién le suma y quién le resta a su proyecto y fríamente se dará cuenta de que los Molina son un estorbo; en cuanto el SIDEM goce de las mismas prestaciones que el SEMAC vendrá la desbandada, al tiempo.
La gente agrupada en CANACO-SERVITUR de verdad causan gracia, mientras llegaba la orden de Los Pinos para nombrar gobernador sustituto, no faltó el nalgas prontas, que así se dice, que salió a los medios a proponer como mandatario a Francisco Medina, ese que aparece como dueño de altozano y se sabe que no es más que un títere.
Por lo visto a los industriales michoacanos ya se les pasó el susto de cuando de frente, el comisionado Castillo Cervantes les espetó que muchos de ellos están siendo investigados por sus nexos con grupos criminales, además, ya pondrán el grito en el cielo cuando en el mes de Julio comience la lluvia de recursos y no se les asignen obras ni ganen como antaño las amañadas licitaciones.
Denunciar delincuentes es promoverlos, recomendarlos para que ocupen cargos, tal cual en este mismo espacio se denunció al entonces secretario académico del Primitivo y Nacional Colegio de San Nicolás, un tal Aldo Ulises Olmedo Castillo, por haber utilizado a alumnos para amenazar y agredir alumnos y maestros para que votaran a por él.
En las urnas el pela perros ganó únicamente el sector de la mafia sindicalista de empleados, nada más, el sector de alumnos y profesores los ganó otra maestra, lo que le valió gorro al consejo universitario y lo nombraron regente, vaya tela de sin vergüenza.
Poco han bajado de intensidad Los Huanicas, el mismo grupo delincuencial que a la sombra de la estructura de la secretaría de Obras Públicas y de Inspección y Vigilancia del ayuntamiento de Morelia, controlan licencias de construcción y giros de cualquier tipo, al parecer la contraloría municipal comenzó a indagar al respecto. Se esconden por fin los hermanos Alcalá Ochoa.
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