La Página
Por ANA MARÍA CANO
Morelia, Michoacán.-Este lunes se realizó el Juicio Oral por causa penal 457/2019 sobre el caso Mil Amoles en el Supremo Tribunal de Justicia.
Gabriela Pérez, fue víctima de feminicidio el pasado 09 de julio del 2019 a manos de su ex pareja. Vivió por 10 años en un matrimonio en medio de violencia y amenazas, hasta el día que supuestamente su marido, le quitó la vida.
Para antes que se termine el año, el Tribunal podría dictar al inculpado una sentencia, donde se ha pedido la pena máxima por feminicidio, de 50 años de prisión así como una compensación de 519 mil pesos por reparación de daño.
El Tribunal relató que Gabriela Pérez, el 9 de julio a las 6:30 horas salió del domicilio de sus padres con quienes vivía al estar separada y llevando un proceso de divorcio, y llegó al negoció cerca de las 7:30 y subió la cortina un poco, para luego entrar una persona al lugar quien llevaba un objeto brillante, según consta en las cámaras de video.
“Ella se defendió con sus propias manos, se ven forcejos y ella lucha, cae al piso y ahí es golpeada 50 veces de manera constante con el objeto brilloso”.
Fueron 20 heridas cortantes las que recibió así como 29 punzocortantes en todas las partes de su cuerpo.
En esta ocasión los padres de Gaby fueron requeridos como testigos por la Fiscalía, el primero en hablar fue el papá, quien sin hacer contacto físico con el agresor de su hija, relató que ésta había decidido separarse de su esposo, de nombre Félix O., por los constantes golpes que recibía ella y la pequeña hija de ambos de seis años de edad.
Recordó que Gabriela había pedido una orden de restricción en contra de su pareja, debido a que se presentaban constantes actos de violencia verbal y psicológica.

“Mi hija llegaba a casa constantemente con golpes, usaba ya mucho maquillaje para disimularlos, él la celaba, la seguía y tenía amenazada de que si nos decía la maltrataba, nos iba a matar”, dijo sin voltear a ver nunca a quien le arrebató la vida a su hija de apenas 27 años.
La joven fue asesinada en un negocio de comida, llamado Mil Amoles, donde ella trabajaba.
Su papá afirmó que ya había solicitado una orden de restricción en contra de su agresor, pero que éste no la acató y la asesinó a un mes de otorgada en julio de 2019.
La segunda en hablar fue la mamá de Gaby, con llanto en los ojos y la voz entrecortada dijo que su hija un día le platicó que su agresor le había puesto un cuchillo en el cuello y le dijo la iba a matar.
“Fue ahí cuando le pedí ya lo dejara, y se vino a vivir conmigo y lo denunciamos. Él era carnicero y destazaba los animales, tenía práctica con los cuchillos”.
Relató que en una ocasión quien fuera yerno le quitó el celular a Gaby, y ella lo siguió a la calle, donde él la agarró del cuello e intentó ahorcarla.
Los testigos de la defensa coincidieron que a los dos años de casado empezaron los golpes, incluso llegó a golpear a los hombres donde Gaby hacia sus compras.
Repararon que la hija de ambos les platicaba que le tenía miedo a su papá porque la golpeaba y encerraba, y que en varias ocasiones vió como su papá maltrató a su mamá.

Mientras el inculpado escuchaba los testimonios, jamás volteó a ver a los testigos, no se inmutó en ningún segundo, su mirada siempre fue fija hacia su frente.
La abuelita de Gaby también habló, “Gabita ya usaba ropa de manga larga para ocultar sus golpes, mucho maquillaje en su cara, me platicaba de las golpizas que le metía este señor”.
Al final habló la prima de Gaby, quien fue la que la descubrió muerta al interior del negocio Mil Amoles, donde ambas trabajaban.
“Gaby un día antes de su muerte me dijo que Félix le había hablado por teléfono y que le dijo: si no eres mía, no serás de nadie, y prefiero verte muerta. Me dijo que tenía mucho miedo le hiciera daño”.
Ella señaló que al llegar al negocio por la mañana vio la cortina a medio abrir, y que al ingresar encontró a su prima en medio de un charco de sangre llena de cortadas en todo su cuerpo, y al verla, supo estaba muerta e imagina por quién.
El inculpado se reservó si derecho a declarar. Con apenas un leve “si”, cuando le preguntaron si se reservaba su derecho a declarar.
El Tribunal dijo que al faltar testigos por declarar de parte de la defensa , se daba una suspensión y hasta los tres primeros días de septiembre se les tomaría la declaración, y después de depurar las pruebas, podrán emitir su fallo.

