La Página
Por VERÓNICA TORRES MEDRANO
Morelia, Michoacán.- Únicamente hizo falta el mariachi. Y es que en la última sesión del año en el Congreso del Estado más que una labor legislativa, brilló por la entrega de regalos, la comida para todos los asistentes, el poco interés en escuchar los puntos a votar, hasta de aplausos por un trabajo que les fue encomendado en el pasado proceso electoral.
Tres sesiones extraordinarias terminaron con aplausos y fueron en fast track, planchadas y sin discusión.
Pero lo relevante fue cada uno de los regalos que recibieron los legisladores. Desde esferas y rebozos hasta limones, galletas, botellas de mezcal y tequila, velas y cuadros fue el desfile desde la entrada al Pleno.
La comida no faltó, pizza para unos cuantos, tacos para todos y hamburguesas para otros tantos fue lo que se degustó en las casi 10 horas que duraron las sesiones.
Las bolitas de los diputados para terminar de planchar los acuerdos, pero más que nada para el “chisme” fue lo que se vio en el Salón de Plenos.
Pero también hubo errores que resaltaron durante la lectura de los dictámenes.
Entre ellos la de Ana Belinda Hurtado Marín, quien al leer el dictamen de egresos, al ir en la página seis, paró en seco al asegurar que no coincidía con el tema.
Seyra Anahí Alemán Sierra salió al quite y le dijo que no confundiera la lectura del Código Fiscal con la de Egresos, que no había equivocación. La sesión siguió.
El cancelar posicionamientos en temas también resaltó en la jornada, principalmente por Juan Carlos Barragán Vélez, quien dejó en claro que buscaba acelerar los trabajos y concluir a la brevedad posible, pero su lugar fue ocupado por cuatro legisladores más.
Los chiflados también se hicieron presentes al momento que Baltazar Gaona García hizo uso de la voz en Tribuna, toda vez que pasó los 5 minutos al defender el presupuesto de egresos del Estado. Únicamente se dedicó a decir, “ya cálmense, porque de todos modos voy a continuar”.
Daniela de los Santos también relució al pedir a los diputados el poner atención a la lectura de los dictámenes y así, saber qué votarían. Pero fue ignorada por sus compañeros. La presidenta de la Mesa, Julieta García Zepeda la secundó.
Al finalizar, pese a ser su trabajo, los legisladores se aplaudieron por la labor realizada y durar las 10 horas y pico que duró la jornada.
