La Página
Por VÍCTOR ARMANDO LÓPEZ
Morelia, Michoacán.-Nació en Tuxpan, un pintoresco municipio del oriente de Michoacán, en 1984. Hoy, con 41 años, Jesús Mora González se ha convertido en una de las figuras más visibles y comprometidas de la izquierda michoacana, como presidente estatal del partido Morena.
Pero más allá de su trayectoria política, Mora guarda un profundo vínculo con su tierra, sus raíces y la vida cotidiana que lo formaron como ser humano.
“Acabamos de cumplir 41 años, la edad difícil, pero hasta el momento todo bien, todo en orden. Tengo tres hijos y venimos militando desde la izquierda desde muy jóvenes, desde que fuimos estudiantes. Me interesó mucho la participación política y hemos estado en ella ininterrumpidamente más de veinticinco años”, comparte con orgullo.

Jesús recuerda su infancia con la claridad de quien ha vivido profundamente sus recuerdos: “Me gustaba jugar al fútbol y mi papá nos enseñó ajedrez a mi hermano y a mí. Desde niño cultivamos el hábito de practicar diariamente, y también nos gustaba salir con nuestros amigos, tener nuestra palomilla, donde platicábamos y compartíamos nuestras experiencias”.
Creció rodeado de montañas y cerros que marcaron su infancia: el Cerro de la Víbo, el Cerro de la Campana, el Cerro de la Cruz y el Cerro del Molcajete. Allí aprendió no solo el gusto por el senderismo y la naturaleza, sino la disciplina y la constancia, valores que llevaría a su vida política.
Su adolescencia transcurrió en la secundaria federal “Francisco J. Múgica”, y más tarde en la Prepa 3 de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, donde comenzó a forjar su activismo estudiantil. “Tuve maestros muy buenos. Somos defensores de la educación pública y gratuita. Desde muy chavos empezamos a participar en el activismo estudiantil, siendo consejeros técnicos y universitarios”, recuerda.

Aunque su familia tiene en su formación la medicina –su padre es dentista, su madre educadora y su hermano médico–, Jesús se inclinó hacia las ciencias sociales y el derecho.
“Fue una decisión práctica, aunque también por interés genuino en entender la justicia y la sociedad. El derecho es una carrera noble y me ha llenado mucho”, afirma. Su formación universitaria no solo le dio herramientas legales, sino que fortaleció su convicción de servir al pueblo.
Durante su estancia universitaria, Mora se involucró intensamente en la defensa de los derechos estudiantiles. Fundó y participó en organizaciones como Izquierda Universitaria e Izquierda Nicolaíta, que llegaron a tener presencia en más de 25 escuelas, defendiendo el acceso a la educación y los derechos de los jóvenes.

“Luchamos para que cientos de jóvenes ingresaran, permanecieran y se titularan en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Esa es una de las satisfacciones más grandes de mi vida”, relata.
Jesús Mora comenzó su militancia formal en 1999, al afiliarse al PRD con apenas 15 años. Desde entonces, su participación política ha sido constante y diversa: fue regidor, diputado federal y presidente municipal de Tuxpan. Cada uno de estos roles lo formó y consolidó como líder. “Ser presidente municipal es un gran honor y una enorme responsabilidad. La gente cree que es un cargo con recursos infinitos, pero la realidad es que hay muchas limitantes económicas y necesidades crecientes. La satisfacción más grande es poder regresar a tu pueblo sin temor ni necesidad de ocultarte”, asegura.
Su trayectoria ha estado marcada por la convicción de actuar con ética y servicio. No ha necesitado escoltas ni protección especial para desenvolverse en su municipio. Su compromiso se refleja en la cercanía con la ciudadanía y la transparencia en su gestión, elementos que él considera fundamentales para un líder político.

Entre las historias que guarda con afecto, Jesús recuerda un episodio que casi le cuesta la vida: “Alguien nos propuso subirnos a un caballo apenas una semana después de ser presidente. Nunca había montado. El caballo se desbocó y tuve que aventarme para salvarme. Desde entonces, no me subo a ningún caballo, y no se los recomiendo a los que no saben montar”.
También comparte su gusto por la cocina y la comida tradicional: los sopes de picadillo son su platillo favorito, disfruta preparar mole y pipián, y guarda una particular afición por los colibríes, que colecciona en figuritas y cuadros. Estos detalles reflejan su lado cercano, familiar y sencillo, lejos de la imagen rígida de un político.
Jesús Mora se ha inspirado en figuras históricas que representan ideales y convicciones firmes. Entre sus referentes están el Che Guevara, Fidel Castro, Lázaro Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador. “Estos personajes nos muestran que los ideales se deben pelear hasta con la vida. No podemos desdeñar los logros obtenidos ni dormirnos en los laureles. La derecha está siempre al asecho”, señala.

Como presidente del Comité Ejecutivo Estatal de Morena, Mora reconoce los desafíos de liderar un partido diverso y de izquierda: “Morena es un partido con muchas tendencias ideológicas distintas, pero buscamos mantener cohesión, unidad y un piso parejo para todos los compañeros y compañeras, garantizando democracia interna y participación activa”. Su enfoque se centra en consolidar el partido, fortalecer la afiliación y reafiliación, y asegurar
que los mejores hombres y mujeres sean los representantes. “Nuestra campaña de afiliación es puerta por puerta. A nosotros sí nos abren la puerta, y vamos cumpliendo las metas semana a semana”, asegura.
A pesar de sus múltiples responsabilidades, Mora intenta mantener un equilibrio con su vida personal. Se levanta temprano, revisa pendientes, atiende audiencias, medios de comunicación y realiza recorridos por territorio. En sus momentos de descanso, disfruta leer, escuchar música –su preferencia es un rock tranquilo–, ver documentales y pasar tiempo con su familia. “Cocinar me relaja. Después de un día agitado, preparar algo ayuda a bajar el estrés”, confiesa.

Jesús Mora asegura que la vida política y pública le ha dejado más satisfacciones que preocupaciones. “Ayudar de manera genuina, sin esperar nada a cambio, es indescriptible.
Eso no tiene precio. Mi meta siempre ha sido contribuir a que los mexicanos tengan una vida más digna, que los niños no pasen hambre y que las futuras generaciones tengan mejores oportunidades”. Su compromiso con la cuarta transformación y con Morena se refleja en su trabajo constante, su cercanía con la militancia y su visión de un partido fuerte, democrático y justo, que continúe consolidando los logros alcanzados en México.

Jesús Mora González es mucho más que un político. Es un hombre formado en la vida cotidiana de Tuxpan, en los valores familiares, en la disciplina del deporte, en la pasión por la educación y en el activismo juvenil. Su historia muestra la construcción de un líder que no solo busca ocupar espacios de poder, sino transformar la vida de su gente, defender sus ideales y dejar un legado de servicio, ética y humanidad.
Al participar en la sección de “La llave mágica” del programa “Conexión”, Jesús Mora puntualiza que de tenerla le abriría con ella a Michoacán la puerta del “Bienestar”.
“No ha sido sencillo, la administración anterior dejó el estado en bancarrota, pero estamos trabajando para que todas las michoacanas y michoacanos tengan una vida digna, con más oportunidades y felicidad. Para eso necesitamos del respaldo de todos”, concluye.


