Por FÉLIX MADRIGAL
Copándaro, Michoacan.-En Copándaro de Galeana, entre el aroma fresco de las flores y el murmullo del viento, José Manuel Rico Rodríguez recorre cada mañana y cada tarde los surcos que han sido el corazón de su vida. Desde las seis y media, cuando el sol apenas asoma, él camina entre los sembradíos con la misma dedicación que aprendió de su padre, don Francisco Rico Tena, quien inició esta tradición familiar hace ya varias décadas.
“Yo me acuerdo que estaba chiquillo y nos llevaban a vender a Pátzcuaro. Era muy bonito, todo colorido”, recuerda con una sonrisa nostálgica. Aquellos viajes marcaron el inicio de una vida dedicada al campo, a las flores y a la tierra que lo vio crecer.
Hoy, acompañado de su esposa —con quien lleva 29 años de matrimonio— y de sus hijos, don José Manuel continúa sembrando no solo flores, sino amor y constancia. Su hija mayor es odontóloga, pero cuando llega la temporada fuerte, toda la familia vuelve al campo, entre colores, trabajo y tradición.
“Mi hijo también viene, le gusta. Me dice que no va a la escuela por venir, pero le digo: primero la escuela, y luego acá te pones tus botas y te vienes”, cuenta entre risas.
En su voz se mezcla el orgullo y la preocupación. “El campo está difícil, está muy carajo —dice—. Quisiéramos que los hijos estudiaran y tuvieran un mejor trabajo, pero esto también es vida, es enseñanza”.
Las plagas, el clima y los altibajos del mercado son parte del día a día. Durante la pandemia, apenas pudo sembrar una hectárea y media, y las ventas fueron escasas. “Fue la peor venta que hemos tenido. Gracias a Dios la sacamos, pero a puro esfuerzo”, relata.
Aun así, su fe y su cariño por la tierra no se quiebran. En su parcela, conocida como El Establo, sobre el Camino Viejo de Copándaro de Galeana, sigue floreciendo la historia de una familia que ha aprendido a vivir entre la incertidumbre y la esperanza.
“Nosotros seguimos aquí —dice—. A veces el campo da, a veces no, pero siempre deja algo: el orgullo de saber que seguimos cultivando lo que mi padre comenzó.”
