La Página
Por VÍCTOR ARMANDO LÓPEZ/MARVELY GARNICA
Morelia, Michoacán.-El “Papá de América” no escatimó nada para que los michoacanos bailaran, cantaran, recordaran, gozaran y hasta sufrieran con sus canciones. Chayanne desde el “Estadio Morelos”, con sede en Morelia, hizo que el mundo hiciera una pausa en su giro con el apoyo de 55 mil gargantas, a las cuales también les desniveló el corazón.
A las 21:13 horas inició en el “Coloso del Quinceo” el concierto del cantante boricua en tierra purépecha, dentro de su gira mundial: “Bailemos otra vez 2025”, nombre que invita a recordar en dónde estabas y las rolas que danzabas de esta estrella internacional en tus distintas etapas de vida.
El concierto celebrado la noche del sábado duró dos horas; pero desde el viernes por la mañana diversas personas se fueron a formar (acampando) hasta con 40 horas de anticipación a las afueras del estadio. Con el transcurso del tiempo las filas ya eran inmedibles, y cerca de las 17:00 horas ya todo estaba por estallar, algunas puertas abrieron primero y otras tardaron minutos más. Mientras la gente se recomendaba no alocarse, ni correr. Consejos que se evaporaron, pues en cuanto las rejas abrieron, aplicaron la vieja consigna: “Patitas pa’ cuando son”.
Los que llegaron un poco más tarde pudieron hacerse de algunos recuerdos en los puestos ambulantes. Donde se adquirían: Chamarras (400 Pesos); playeras y frazadas (200 pesos); bufandas (150 pesos); caballitos tequileros y gorras (50 pesos; así como infinidad de productos más con el nombre del artista invitado. Del sex-symbol latino. Había un ambiente de lluvia, pero éste no mermó en el ánimo de los presentes, incluso, se doblegó ante el ánimo la energía que traían los fanáticos y con los suspiros de las damitas.
Antes de que inundara la oscuridad, la gente seguía llegando, acomodándose, buscando el mejor ángulo, o estar lo más cerca posible de las decenas de baños móviles que se instalaron para este evento. Pelotas volaban de un lado al otro, empujadas por la entusiasta asistencia, así como la organización de la ola, esa misma que tiene su origen en el mundial de México 1986.
Había vigilancia preventiva en todos lados, y los perros entrenados también fueron parte del atractivo, además de la prestación de servicios médicos, todo sincronizado para la estabilidad del concierto y para que se desarrollara una sana diversión. Incluso, se prohibieron bebidas alcohólicas, cigarros y algunos instrumentos que pudiesen dañar a alguien.
Y aunque todos estaban entusiasmados, había un grupo que lo estaba más. Eran unos invitados especiales, sentados en las primeras filas, pertenecientes a la comunidad sorda y de débiles visuales, a cuyos integrantes se les colocaron chalecos sensoriales, mismos que transforman las notas musicales en vibraciones y obviamente al sentirlas los meten en el ambiente, y las generó una gran experiencia por primera vez. Estos aparatos fueron prestados por a la asociación “ViendoTEntiendo”.
Y llegó el momento cúspide, con un elevador subió Chayanne al escenario, cantando “Bailemos otra vez”, lo que generó a todos ponerse de pie para empezar a moverse y cantar, lo cual no dejó de hacer nadie hasta las 22:15 horas, tiempo en el que terminó el concierto esperado por muchos meses.
La gente no dejó de bailar temas como: “Palo bonito”; “Salomé”; “Fiesta en América” “Oye”; “Torero”; “Bailando Bachata; Caprichosa; y, “Provócame”, entre otras.
Mientras que con suspiros, recuerdos, y con el sentimiento al rojo vivo, la fanaticada se expresaba coreando las rolas: “Yo te amo”; “Y tú te vas”; “Un siglo sin ti”; “Tu pirata soy yo”; y “Dejaría todo”, así como otras más.
Elmer Figueroa Arce, nativo de Río Piedras, Puerto Rico, actualmente tiene 56 años de edad. Pero de trayectoria cuenta con 47 años. El sobrenombre de Chayanne se lo puso su madre, inspirándose en una serie televisiva de los años sesentas que se llamó “The Cheyenne show”.
Hay que recordar que Chayanne debutó a los 10 años como parte del grupo musical “Los Chicos”, en donde grabó cinco ejemplares de Larga Duración (LP). Para 1984 sale su primer disco como solista, y de ahí en adelante llegaron más producciones (22 de estudio en total, de las que se calcula se han vendido cerca de 50 millones en todo el mundo), hasta consolidarse como uno de los artistas más queridos en América Latina.
Además de que en México vivió durante tres años para construir y consolidar su carrera, en este tiempo participó en la telenovela “Pobre Juventud”, años después regresa para actuar en otra titulada “Volver a empezar”. Ya en los noventas vendría su participación en la película estadounidense “Baila conmigo” al lado de Vanessa Williams, siendo su trabajo cinematográfico más reconocido, aunque no ha sido el único.
Chayanne cantaba y bailaba, tomada aire. Hizo varios cambios de vestuario, en los que destacaban las camisolas brillantes de varios colores, y las playeras sin mangas, luciendo unos marcados brazos, por los que miles suspiraran esa noche. Al cantante boricua lo respaldaban 10 bailarines y ocho músicos, todos más que profesionales y con carreras independientes cada uno. Así como un equipo técnico que transmitía un sonido limpio, resaltando la voz del cantante. Además de un impecable alumbrado y la transmisión en las pantallas del escenario de nubes, asteroides, estrellas y hasta fuego.
Chayanne al terminar las canciones, resaltaba: “Me dicen que estamos en la tierra del aguacate…No soy de esta tierra, pero lo siento mucho, y me enorgullece mucho estar con ustedes esta noche…Es la primera vez que estoy en un escenario tan grande en Michoacán…Lo quiero hacer por primera vez en mi vida, hagan una ola…¡Vamos mi gente de Michoacán!”
Mientras que miles de damitas presentes le reclamaban paternidad: Unas gritando: “Papacito”. Otras avisando: “Chayanne, papá, aquí está mi mamá”. A lo que el puertorriqueño respondía: “Hijos los quiero mucho…hoy les preparo yo la cena”. Y luego venía más baile, canto, se tiraba en el escenario para dar la mano a los que alcanzaba. Siempre con esa actitud de humildad, eso lo identifica, así como la sencilles, simpatía y caballerosidad.
El cantante, actor y bailarín en un escenario es la furia latina en vivo, arranca suspiros y sueños entre las mujeres, las cuales los sueñan a su lado, con esa sonrisa entre coqueta e infantil, dicen ellas. Y es que Chayanne en 47 años de trayectoria siempre se ha mantenido tanto en el éxito, como con una vida privada muy hermética, sin escándalos, ni vicios.
El concierto seguía, no había canción que la audiencia no se supiera, o que dejara de bailar. Chayanne, ataviado en ese momento totalmente de ropa negra. Se dirigió a la comunidad sorda y de débiles visuales. Todos les aplaudieron agitando las manos al aire, como se hace en la Lenga de Señas Mexicana. Ellos conmovieron al cantante. Sólo alcanzó a decir: “Estoy muy feliz de que me acompañen esta esta noche”, ahí se le quebró el corazón, hizo la pausa, corrieron un par de lágrimas. Tomó aire y destacó: “Puro amor grande, nos amamos los unos a los otros, eso es lo más bello. Que viva la paz y el amor en todos nuestros corazones”.
La música y el ambiente siguió. Y en un momento retumbó el coro más grande que se haya visto y escuchado en América Latina, y es que 55 mil almas entonaron: “Lo dejaría todo porque te quedaras, mi credo, mi pasado, mi religión. Después de todo estás rompiendo nuestros lazos, y dejas en pedazos a este corazón. Mi piel también la dejaría, mi nombre, mi fuerza, hasta mi propia vida. ¿Y que más da perder? Si te llevas del todo mi fe. Lo dejaría”.
Y el Coloso del Quinceo hizo erupción, pues Chayanne solicitó que subiera una mujer que representara a las michoacanas para bailar con ella. Con el micrófono decía: “Ahí viene. ¡Me gusta! Bajó del escenario, la tomó en sus brazos y la subió. Se tomaron fotos, video. Y abrazados bailaron bachata. Mientras a miles de chicas el coraje las corroía por lo haber sido las afortunadas. Ella era la más soñada de la noche, pero también la más envidiada. Los comentarios señalan que era: “La maestra Sol”.
Para llegar a este concierto gratuito de Chayanne en Morelia, Michoacán, que fue parte del “Festival Jalo por los Michis y Lomitos”, los asistentes intercambiaron boletos por comida para perros y gatos. Un boleto por dos kilos de croquetas, y cuatro por un bulto de 10 kilos. Al final se lograron captar casi 60 mil kilos, mismos que beneficiaran a 5 mil peludos que viven en 130 albergues para animalitos en situación de calle.
En 1990 Chayanne grabó la canción “Tiempo de vals” (autoría de Nacho Cano, exintegrantes del grupo español Mecano), tema al que le auguraban un rotundo fracaso. Sin embargo, el tema se volvió un clásico para la celebración de fiestas de quinceañeras y bodas en toda América Latina. Por tanto, no podía faltar el tema en el concierto de Morelia.
Y precisamente ahí, fue cuando las damitas de por lo menos 50 abriles, comenzaron a moverse al ritmo de la canción, pues recordaban su fiesta de 15 años, pues en todo México no hubo lugar en donde no se bailará este tema para celebrar los eventos citados.
Terminó el concierto, nadie quería que llegara ese momento, ahora vendría el caos para salir a las calles, para abandonar el estacionamiento. Pero también para platicar en el camino a casa sobre los pormenores del evento, de los movimientos y palabras del artista. Llegar a cenar o dormir en inmediato, con la sonrisa a lo que da. Y las más osadas, cobijándose con la frazadita que compraron con el rostro y cuerpo atlético y semidesnudo de Chayanne.
Ahora para las michoacanas, cualquier día ya será un siglo sin él, sin su Chayanne. Muchas dejarían “todo porque se quedara”. Y al parecer ya no “habrá nadie que pueda llenar el vacío que deja” aquí, en Morelia, el “Papá de América”, quedando ellas: “Al límite de la desolación”.
Los discos de estudio de Chayanne, de los cuales se calcula ha vendido 50 millones en todo el mundo son:
Es mi nombre (1984)
Sangre latina (1986)
Chayanne (1987)
Chayanne (1988)
Tiempo de Vals (1990)
Provócame (1992)
Influencias (1994)
Volver a nacer (1996)
Atado a tu amor (1998)
Simplemente (2000)
Sincero (2003)
Cautivo (2005)
Mi tiempo (2007)
No hay imposibles (2010)
En todo estará (2014)
Bailemos otra vez (2023)
Fotos ACG/DCS