La Página
Por ANA MARÍA CANO
Morelia, Mich; 28 de junio del 2022.- El investigador y profesor de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Horacio Cano Camacho, en su articulo de la Revista Saber Más Umich, señala que según la hipótesis del médico Finn Skårderud, psiquiatra del Comité Olímpico Noruego, indica que el ser humano nace con un déficit del 0.05 por ciento de alcohol, por lo que si cada día se bebiera la cantidad de alcohol suficiente para corregir ese desequilibrio, el ser humano rendiría mucho más y mejor, incrementando la empatía y creatividad.
“Realizar estudios sobre los efectos reales del consumo de alcohol es complejo porque, si bien es cierto que tal vez comprender los estragos del consumo excesivo y consuetudinario en personas con daños muy notorios resulta fácil, para el caso de personas que tienen un consumo moderado puede resultar menos evidente, puesto que analizarlos es un trabajo puramente de observación que puede ignorar, deliberadamente o no, muchas variables”.
Muchos jóvenes, dice, se aburren mortalmente en clase y los profesores se han convertido en máquinas de inventar procedimientos divertidos y dinámicos, donde en ocasiones no encuentran la puerta y nada parece funcionar.
“Todos los que ejercemos de profesores hemos sufrido ciertas crisis en donde nos cuestionamos fuertemente si somos buenos en nuestro oficio. Habrá quien considere que un buen maestro o maestra es quien resulte más elocuente, o más estricto, o más divertido. Tal vez quien logre inspirar a sus estudiantes para alcanzar ciertas metas o que continúen sus estudios a pesar de ciertas vicisitudes”
El asunto no resulta sencillo, prosigue, porque no obedece a un único factor, pues, además del conocimiento también está la capacidad de comunicación, las habilidades didácticas, cierto carisma o capacidad de resultar atractivo para los demás, logrando establecer empatía que puede ser usada para el logro de los objetivos de aprendizaje que se proponen.
“Estudios más sistemáticos, muestran que el consumo de alcohol es dañino en cualquier cantidad, por supuesto, se hace más evidente a medida que aumenta la cantidad y frecuencia. Hay variables ignoradas en la mayoría de los estudios, generan interpretaciones sesgadas y llevan a la confusión en la interpretación de las observaciones”.
Dijo que existe mucha evidencia científica que indica que cualquier consumo de alcohol, incluyendo el moderado, está asociado al incremento en el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y diversos tipos de cáncer. Por supuesto, aseveró, estos riesgos se incrementan en el bebedor frecuente y en quien sufre de alcoholismo.
“Si preguntamos a los amigos, todos parecemos tener muchas razones para beber alcohol. Sin embargo, en realidad estamos aprovechando el efecto sedante y ansiolítico, parecido al consumo de benzodiazepinas, al grado de convertirlo en una norma socialmente aceptada y hasta estimulada en el propio círculo familiar”.
En dosis pequeñas, prosigue, el alcohol nos anima porque anula los mecanismos inhibitorios del cerebro, entonces nos sentimos bien, la percepción propia de nosotros cambia tras uno o dos vasos, todo va bien, nos sentimos tranquilos, la tensión y los miedos se disipan y muchas de las preocupaciones momentáneas se desvanecen.
“Pero a la larga, el autocontrol desaparece y con ello los problemas, preocupaciones y miedos reaparecen y comienzan a surgir sentimientos negativos. A la larga, todo va mal y además del efecto muy tóxico del alcohol en nuestro cuerpo, la mente también sufre”.
El alcohol es adictivo, sostiene, por lo que la mente busca revivir las sensaciones agradables tras la primera experiencia con la bebida, el cuerpo se va habituando a concentraciones crecientes y el deseo del consumo constante de alcohol se incrementa, y es ahí, señala, que se está ya en un serio problema.
