Morelia, Michoacán.-Entre las calles Juan José de Lejarza y Ortega y Montañez, a unas cuadras del Templo de Capuchinas, se encuentra una plaza discreta pero singular. Se le conoce como Jardín Lejarza, y aunque es pequeña, concentra elementos que llaman la atención: árboles monumentales, raíces que emergen de la acera, ramas anchas y hojas de tamaño considerable.
Rodeado por casas coloridas, el jardín mantiene una estética colonial, a pesar de los autos que suelen estacionarse en la periferia. Ese contraste entre lo natural y lo urbano refuerza el carácter visual del sitio, donde también opera la Ruta Naranja 3 de combis, que tiene ahí su base.
Aunque ocasionalmente hay basura suelta, el lugar se mantiene limpio y bien cuidado. Es un espacio útil para sentarse, esperar el transporte o simplemente observar el movimiento cotidiano del Centro Histórico desde un punto más fresco y tranquilo, de esos que pocos hay entre la cantera.
Fotos Asaid Castro/ACG
